Atenas

La «vieja guardia» socialista vuelve al frente de la batalla por Madrid

Jaime Lissavetzky, la última apuesta de Zapatero para intentar desbancar a Ruiz-Gallardón en la alcaldía de Madrid, supone el regreso a primera línea de fuego de la política de un representante de la "vieja guardia"del PSOE cuya figura ha crecido los últimos años vinculada a los éxitos del deporte español.

Formado como químico y curtido en las batallas internas que siguieron a la ruptura de Felipe González con Alfonso Guerra, se impuso en 1994 a los "guerristas" al frente de la entonces Federación Socialista Madrileña (FSM) desde las filas "renovadoras", que compartía con sus amigos Alfredo Pérez Rubalcaba y Joaquín Leguina, de cuyo Gobierno autonómico había formado parte.

Nacido en Madrid el 27 de septiembre de 1951, fue secretario general de la agrupación socialista del distrito madrileño de Moncloa y, ya como diputado del grupo del PSOE en la recién creada Asamblea de Madrid, al que representó desde su constitución, se incorporó en 1985 al Ejecutivo regional de Leguina como consejero de Educación.

Conservó este cargo tras las elecciones autonómicas de 1987 y 1991, al que sumó a partir de entonces el de portavoz del Gobierno regional, e impulsó en aquella época su primer gran proyecto deportivo para Madrid: la candidatura del campeonato mundial de atletismo de 1997, que fracasó frente a Atenas pero dejó en herencia a la ciudad la construcción del estadio de "La Peineta".

En 1994 tomó el control de la FSM y renovó el apoyo mayoritario de la federación como secretario general después de poner su cargo a disposición de la Ejecutiva regional tras la derrota electoral de 1995, que llevó a la presidencia del Gobierno autonómico a Alberto Ruiz-Gallardón, frente a quien Lissavezky ejerció como portavoz socialista en la Asamblea de Madrid.

Coordinó en Madrid la última campaña de Felipe González, la que perdió en 1996 ante José María Aznar, y en 1998 apostó por Joaquín Almunia en las primarias para elegir candidato a la presidencia del Gobierno frente a José Borrell, que resultó vencedor, así como por Leguina en las primarias para la alcaldía de la capital, en las que resultó derrotado por Fernando Morán.

Senador a partir de 1996 y diputado desde el año 2000, Lissavetzky fue perdiendo apoyos dentro de la FSM y, tras revalidar en 1997 por la mínima el cargo de secretario general frente al "guerrista"José Acosta, tuvo que ceder finalmente el testigo, tres años después, a Rafael Simancas.

Unos meses antes se había alzado con el liderazgo del PSOE Rodríguez Zapatero, cuyo primer Gobierno le designó, en abril de 2004, presidente del Consejo Superior de Deportes y secretario de Estado para el Deporte.

Desde ese puesto ha luchado por la "tolerancia cero"con el dopaje, ha impulsado la ley para atajar los brotes de violencia y xenofobia en los estadios, y ha unido sus esfuerzos precisamente a los de Ruiz-Gallardón desde el primer momento para defender durante los seis últimos años la candidatura de Madrid a los Juegos Olímpicos de 2012 y 2016.

El ahora rival de Gallardón en la pugna por la alcaldía se podrá beneficiar durante la campaña de la acumulación de éxitos deportivos internacionales logrados por España los dos últimos años, tanto en los Juegos Olímpicos de Pekín como en competiciones de disciplinas tan distintas como ciclismo, tenis, Fórmula 1, baloncesto y fútbol, con el broche del triunfo en el Mundial de Sudáfrica.

Aficionado al fútbol, el atletismo y el squash, seguidor del Real Madrid y desde 2002 patrono de la Fundación de este club, Lissavetzky está casado con la también doctora en Ciencias Químicas Pilar Tigeras, vicepresidenta adjunta de Organización y Cultura Científica del CSIC, y no tiene hijos.