San Sebastián

Todo carnaval

La Razón
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El Carnaval tiene en Madrid escaso arraigo popular y sólo gozó de fama cuando, hasta finales del siglo XIX, se celebraba con bailes en los palacios y desfilaba la aristocracia disfrazada por el Salón del Prado, ante la mirada del populacho. Se ve que, en tiempo de crisis, el desmadre carnavalesco tiene pujanza, quizá porque es preciso disfrazar la realidad y esconder las penurias detrás de una careta. Estos días asistiremos a la lucha de Don Carnal contra Doña Cuaresma, representados por el ugetista del calentamiento verbal fácil, José Ricardo Martínez, y la liberal Esperanza Aguirre, que también sabe provocar, aunque de forma más somera. Doña Cuaresma personifica la penitencia, el ayuno y la abstinencia; Don Carnal todo lo contrario, la gula y los pecados de la carne. Hagan apuestas sobre quién vencerá. Apuesto por que este año no habrá Entierro de la Sardina la antigua usanza. Meterán al humilde pez en un contenedor del Carrefour, donde siempre habrá un parado esperando para exhumarlo y llevarlo a su cocina.
Sí veremos en el desfile carnavalesco a Rajoy disfrazado de Eduardo Manostijeras, por aquello de los recortes; a un grupo de sindicalistas haciendo de plañideras por la reforma laboral; a Garzón vestido de San Sebastián, mártir asaeteado por los herejes conservadores, y a Zapatero de «jubilata» en viaje del Inserso, intentando contar desde la placidez de una hamaca las nubes que pasan… Pero el cielo permanecerá despejado. No llueve ni siquiera donde truena, que es en Ferraz.