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El hundimiento

La Razón
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El año 2011 puede pasar a la historia como aquel en el que el statu quo árabe en Oriente Medio resulte insostenible y empiece a venirse abajo. Como ocurriera hace 20 años con la caída del Muro de Berlín, donde como fichas de dominó Alemania Oriental y el resto de las naciones del este de Europa fueron liberándose del yugo comunista y saliendo de la Unión Soviética, la insostenible situación política en el norte de África ha llevado ya a algunos comentaristas en la región a escribir que «lo que estamos presenciando es el hundimiento del Estado árabe».
Desde Marruecos a Egipto, pasando por Túnez, Argelia, Libia, Jordania y Yemen, con una probabilidad de que se contagie la situación a Líbano, Siria, Irak y Arabia Saudí, es la consecuencia de unos poderes heredados del colonialismo de los años 50, de Francia y Reino Unido, que sus gobernantes han utilizado sin ningún respeto a las reglas de la democracia y del Estado de Derecho. La mayoría son dictaduras que se suceden mucho tiempo en el poder aunque se celebren elecciones y que sólo saben utilizar la fuerza bruta contra los que se oponen.
Estados árabes que no han sido capaces de crear una élite o clase dirigente que trace estrategias y tácticas que ayuden a la solución pacífica de los problemas. No han fomentado el pluralismo y el sentimiento de ciudadanía, lo que espolea las identidades marginales como la suní, chií o cristiana, que ya complica más la situación. No hay una oposición política y para evitarla echan la culpa a la religión musulmana. En los últimos años ha crecido mucho la población y numerosos jóvenes se encuentran frustrados por su falta de oportunidades y de derechos y libertades. Como decía otro autor: «Las transiciones están pendientes».