Miami

La colección instantánea de Besart en ARCO

Integrada por más de 900 piezas de 280 artistas, está especializada en obras creadas a partir de la fotografía

La colección instantánea de Besart en ARCO
La colección instantánea de Besart en ARCOlarazon

Son siete años ya de inversión en una colección de arte durante un periodo difícil. La prima de riesgo y las agencias de clasificación no podrán valorar en su justa medida la labor del Banco Espírito Santo, que sigue creciendo con la única intención de ser el latido de su tiempo, a golpe de instantáneas, hasta formar ya una colección de arte a partir de fotografías que tiene más de 900 piezas. «Queremos mostrar lo que se hace en nuestra época, con artistas de este tiempo y ofrecer a todo el mundo una visión de conjunto con la mayor diversidad posible de creadores y procedencias», contaba Alexandra Pinho, asesora artística de la entidad bancaria. Junto a ella, Manuel Guerrero Pemán, presidente del consejo asesor del Banco Espírito Santo, presentaban las últimas adquisiciones de una pasión que sólo tiene el objetivo de «hacer la vida mejor a los ciudadanos en un momento de tantas dificultades».

Pensada para el disfrute
Porque «ninguna obra está colgada en gabinetes privados ni despachos de directivos o salas de juntas. Toda la colección está pensada para el disfrute público en la sala de exposiciones, donde se hacen muestras temporales y también de la colección permanente. Incluso permitimos el acceso previa solicitud a los almacenes de nuestros fondos, para disfrutar de las obras que no podemos exponer por cuestiones de espacio», explicaba Pinho. Ayer mostraban a los asistentes a ARCO sus últimas adquisiciones: «Untitled #477», de Cindy Sherman, «Viagem», de Joao Tabarra, y "My late early styles", de Rodney Graham, entre otras. Todas son piezas basadas en la fotografía, a la que incorporan todo tipo de técnicas alternativas para tratar la imagen hasta explorar los límites de la misma. «Hemos elegido la fotografía como base porque es un medio cercano al público. Todo el mundo las hace y puede entender las piezas. Hay proximidad, no es un medio elitista, sino accesible. También hay otras razones: buscamos tener fondos de calidad, y eso, en otro tipo de soporte, en especial la pintura, es imposible hoy en día», explica esta experta. En cambio, hablando sólo de fotografía, el catálogo de Besart incluye algunos de los nombres más importantes del mundo. Hay una tercera razón: «Nuestro banco no necesita presumir de historia, ya la tiene. Le interesa la modernidad».

Mantener la inversión
La entidad tampoco ha reducido su presupuesto para compras: «Existe una partida económica que comprende varios años y no se cambia. Hay compromisos asumidos con el arte y se cumplen», cuenta Pinho. Quizá por eso el año pasado Besart recibió el premio al Coleccionista Corporativo de Amigos de ARCO. «Hay más razones. El arte es una magnífica inversión, porque las obras que compramos cuando empezaba nuestra colección hace siete años hoy valen varias veces más». La paciencia marca la forma de proceder de Pinho, que se encuentra al frente de las decisiones artísticas. «Muchas veces estamos detrás de un artista y le seguimos. Vamos a las ferias importantes, ya sea en Basilea o Miami, y esperamos a que esté a la venta una obra que nos interesa dentro de su carrera, que ya consideramos valiosa», comentaba Pinho. Sobre la calidad media de las galerías y obras presentes en ARCO, desde Besart aseguran que «es muy bueno». «Todo el mundo parece estar contento del formato que se ha conseguido», añade la experta. En cuanto a las posibles compras este año en el certamen, prefieren no hablar todavía.

El enfoque ibérico
La mayor parte de su catálogo, con nombres tan prestigiosos como Andreas Gursky, Juliao Sarmento, Ignasi Aballi, Gilbert & George, Cristina de Middel, Helena Almeida, Irving Penn y Jeff Wall, entre otros, son obras posteriores a 2000. El hilo conductor es la contemporaneidad, y del hilo de su propio relato en el que está suspendida la imagen fotográfica surge el análisis del tiempo en que se hace. Además, busca la riqueza de enfoques, tanto geográfico como generacional, para permitir una visión completa del tiempo. Curiosamente, lo que se hace más complicado es buscar un enfoque ibérico a la realidad contemporánea, ya que, según Pinho, «el arte se ha internacionalizado y de alguna manera homogeneizado. Las obras de un español o un portugués comparten preocupaciones y formas con las de un artista asiático, por ejemplo. Es una realidad que ya cualquiera puede comprobar». En cambio, a su juicio, se pueden hacer más cosas por el esfuerzo conjunto de las galerías y fundaciones con intereses artísticos entre España y Portugal: «Ahora mismo parece que estamos fracturados en torno a cuatro centros: Madrid, Lisboa, Barcelona y Oporto. Falta mucho por hacer», se lamentó.

«La razón por la que el Banco Espíritu Santo invierte en arte es por la grandeza de las instituciones. Son ellas las que tienen que mirar al futuro y creer en el mundo en el que convivimos, en hacerlo un mejor lugar para vivir. Y eso puede hacerlo el arte», aseguró Manuel Guerrero en la recepción durante la feria. «La nuestra es una entidad financiera, pero sabe eso y lo apoya. Esa es la idea que queremos para el futuro y nos parece fundamental defenderla con hechos», añadió.

De la atenta observación de las piezas, ya representen un retrato, las imágenes de la vida urbana, la cotidianeidad íntima de un anónimo protagonista o una secuencia de la naturaleza desnuda, se concluye que los artistas atrapan más significados que miles de páginas escritas por sociólogos.


Últimas adquisiciones para un catálogo de calidad
«UNTITLED 477», DE CINDY SHERMAN

La obra de la artista estadounidense, cuya obsesión es explorar, a través de los estereotipos y los clichés, confusión en el espectador. Entre las diez fotografías más caras del mundo hay dos piezas de la fotógrafa, que suele dejar sin nombre a sus piezas, a las que sólo distingue por el número que ocupan mientras se van publicando. En esta serie, que como en todas las suyas se retrata a sí misma, cada rostro emana una carga de jerarquía social y de consciencia de glamour, encerrados en un sardónico ambiente o una pose aparentemente inocente. Los rasgos de expresión, los atuendos o el fondo de la imagen suelen entrar en contradicción. Sherman busca y consigue generar cierta sensación de inquietud en el espectador.
«MY LATE EARLY STYLES, 2007-2009» DE RODNEY GRAHAM.
Esta es una pieza del creador canadiense que apenas hace dos años que salió de su taller. Compañero de generación de algunos artistas representados en la colección BESart, como Jeff Wall, el universo de Rodney Graham está influido por ecos literarios, aunque a veces pisa territorios más inclasificables sobre la psicología o la música, áreas de conocimiento a las que es aficionado.
«VIAGEM», DE JOAO TABARRA
Esta pieza de 2010 explora el concepto de la puerta y del misterio de la naturaleza que se encuentra al otro lado. Tabarra es uno de los grandes nombres nuevos del arte portugués, y también juega con la descontextualización de las escenas y su potencia narrativa. Tabarra, que también es videoartista, no recibió formación académica alguna.


El detalle
FONDOS DE COLECCIÓN

El Banco Espírito Santo posee una colección con fondos de grandes artistas. La han llamado Besart y está centrada en la fotografía. En todas sus vertientes y tratamientos, desde autores consagrados hasta otros emergentes, todos tienen un denominador común: sus obras han sido creadas en los años en torno al 2000. Entre ellos, por supuesto, se encuentran varios creadores españoles como, por ejemplo, Ignasi Aballí, José Manuel Ballester, María Bleda y José María Rosa, Miguel RÍo Branco. Por supuesto se observa una presencia mayoritaria de fotógrafos portugueses, aunque también sobresalen en sus fondos instantáneas de artistas de sobra conocidos, como Nan Goldin, Gilbert & George, Robert Frank, Josef Koudelka, Cindy Sherman, Andrés Serrano, Irving Penn y Erwin Olaf.