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Fórmula 1

Ecológico finde por Ramón TAMAMES

Ecológico finde por Ramón TAMAMES
Ecológico finde por Ramón TAMAMESlarazon

Para poder seguir pensando y trabajando, de tiempo en tiempo es menester cambiar de aires; buscar escenarios deseados, en medio de la naturaleza y que permitan saborear sus mejores frutos. Eso es lo que hicimos el último finde (por «fin de semana», nueva voz que habrá de consagrar la RAE) un grupo de amigos; que en una primera etapa nos situamos en Santo Domingo de Silos, donde una vez más admiramos, en su abadía, el ciprés y la sequoia; con el placer agregado de un almuerzo en el restaurante Tres Coronas, en el que Emeterio brinda a sus huéspedes los mejores productos de la tierra.


Más allá de Silos, atravesamos el sorprendente sabinar del río Mataviejas, para seguir después por el cañón del Pedroso, y entrar en las frondas del hayedo de Neila; con visita obligada a la muy próxima Ermita de la Soledad, en medio de extensos robledales. Para luego caer sobre el embalse del Río Najerilla, que discurre por un valle en el que figuran dos enigmáticas y grandes pirámides naturales.


Siguiendo el mismo curso fluvial –con parada y fonda en la Venta de Goyo, para reponer fuerzas–, nos situamos en el formidable biotopo de Balvanera, en cuya fragosa parte central luce esplendoroso el monasterio de la «Virgen patrona de Rioja y Cameros»; que mira al pico más alto de la zona, el San Lorenzo, cuyas nieves permiten la estación de invierno de Ezcaray, con un espléndido gastrotopo en el Hotel Echaurren.
Hace tiempo, un colega francés con el que visité esos mismos parajes, se quedó estupefacto: «nunca pude suponer que en medio de la Celtiberia hubiera tal dechado de verdor, fresca vegetación y ríos y arroyos susurrantes». Y la semana pasada volví a oir prácticamente lo mismo, en voz de mis buenos compañeros de viaje: Carlos, Carmen, Fabiola, Felipe, Lorenzo y Mariana.