Sanidad

El gran debate sanitario

El gran debate sanitario
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Parece que los más de 5,2 millones de parados no son suficientes para poner en alerta a los medios de comunicación de este país. El pasado 28 de enero, pudimos asistir con gran perplejidad, al ataque continuado y sin posibilidad de defensa alguna que la cadena de televisión Telecinco orquestó contra la sanidad privada. En realidad, es puro espectáculo circense, porque lo que está claro es que la sanidad privada es de los pocos sectores que no sólo aguanta la crisis económica sino que a pesar de la sangría diaria de parados sigue generando empleo, ya más de 330 mil en nuestro país. Con independencia de lo que quieran conseguir, lo primero que hay que dejar claro es que la sanidad privada no se «forra» de los conciertos con la sanidad pública, dado que los traslados que se derivan del sector público sólo representan el 20 por ciento de la facturación del sector. Lo que sí es verdad, es que si no existiera sanidad privada invirtiendo, habría muchos lugares de este país en el que sus ciudadanos no tendrían atención sanitaria, porque los recursos públicos son sencillamente insuficientes. Afortunadamente, la sanidad privada subsiste mayoritariamente gracias a las contribuciones que los casi siete millones de usuarios realizan a través del copago voluntario por medio de la suscripción de un seguro sanitario de salud. Y con ellos descargan tanto de gastos como de recursos a la administración pública, para que ésta pueda llegar en las mejores condiciones posibles a quien no puede elegir. Tampoco es verdad, que la sanidad privada deseche por graves a los pacientes derivándolos a la pública o que las aseguradoras se desentiendan de los mismos cuando el coste es excesivo. Cada uno, obviamente, tiene derecho a las coberturas que contrata y si tiene contratadas todas, en el sector privado hay decenas de hospitales que compiten en complejidad con cualquier hospital público. Eso sí, si un paciente está enfermo es imposible pretender que la aseguradora le cubra la enfermedad por 60 euros al mes, porque si fuera así sencillamente no habría aseguradoras, porque eso no es que no sea rentable, es que no es viable. Lo que no tiene discusión, es que cualquier ciudadano que decide suscribir un seguro sanitario de salud, también tiene derecho a todos y cada uno de los servicios que le oferte el sistema público, aunque haga uso voluntario de los privados. Sigamos así y al final sobre sus conciencias caerá el devenir de un sistema sanitario público que por sí mismo está agotado. Sigamos en esta línea y a lo mejor finalmente el sector sanitario privado también dejará de ser la fuente de riqueza y empleo que es para este país y será otra causa más que engorde las listas del paro. Mientras tanto, a ver qué uso de la sanidad pública realizan los directivos de la citada cadena de televisión. No veo yo a algunos de ellos esperando en la sala de urgencia de cualquier hospital perteneciente a la red pública de Salud.