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«Entregaba mi orina para que Carmina pasara los análisis» por Miguel Temprano

La asistenta de la matriarca de los Ordóñez, Luisa Vivanco, cuenta cómo la descubrió en la bañera y deja al descubierto las lagunas de la serie de televisión

«Entregaba mi orina para que Carmina pasara los análisis» por Miguel Temprano
«Entregaba mi orina para que Carmina pasara los análisis» por Miguel Tempranolarazon

A este paso, Carmen Ordóñez no va a descansar nunca. Lo último es una serie de televisión en la que iba a aparecer su hijo Junior (participó en su gestación y parto, incluso en el casting, según sus propias palabras). Hablo de Julián, el tercero, el que menos porcentaje de sangre torera lleva en las venas. No pertenece a la estirpe de los Ordóñez-Dominguín, sólo es hijo de un cantante y «La divina», y el que de verdad vivió el declive de su madre. La vio subir a los cielos desde que llegó de niño a Marrakech, montarse en la «montaña rusa» de la que no bajaría hasta que apareció muerta y desnuda en la bañera.

Los malos tratos que supuestamente sufrió los deciden los jueces, y Ernesto Neyra se fue defendiendo de cada denuncia que Carmen o él mismo puso en los tribunales. Pero lo realmente importante se sigue silenciando: sus adicciones, sus últimas compañías y sus ingresos hospitalarios. ¿Por qué murió Carmina? ¿De qué murió? ¿Con quién estaba o estuvo esa última noche? Preguntas sin respuesta Los hijos callan, los amigos, representantes o comisionistas, también. Hasta la Policía y los juzgados han tenido un «excesivo celo» con la información de las últimas horas de su agitada vida, su autopsia, los informes policiales...

Se habló de un músico de «cromado filo» en su navaja, se habló de Eva Carreño, de un amigo «conseguidor», de una gitana... Lo que es seguro es que la última que salió de esa casa fue Luisa, su asistenta, que no asistente. «Le dejé hecha una tortilla de patata y una crema fría. Me pidió que la despertara pronto porque tenía que ir a la tele, y le preparé la bolsa de viaje. Al salir de Telecinco se iba a ver a su amigo Tomás, el modisto, a Granada». Eran las 20:30 y Luisa se fue como cada tarde. Allí se quedó Carmen, sola, y al parecer, tranquila.

La mañana del 23 de julio de 2004, Luisa llega a las 11:30 de la mañana. Se encuentra el salón demasiado recogido, limpio, impoluto. Lo más sorprendente para ella (empezó a trabajar con Carmen y Ernesto al año de su boda, y conoce la vida y milagros de la pareja y sus «amistades peligrosas») fue ver que «alguien» había estado preparando una sopa cuando «Carmen no se hacía ni un huevo frito» y que «no había comido nada». «Alguien tuvo que estar en esa cocina, Carmen no guisaba nunca. Yo le dejaba a diario mucha comida para que se la tomara durante la noche».

Después de llamar a su puerta, confiesa: «Pensé que se estaba duchando porque se escuchaba el grifo de la bañera». Pasados más de treinta minutos llega Eva Carreño, amiga, cómplice y representante de Carmina: «Entramos las dos juntas y la vimos... Ahí estaba, dentro de la bañera. No nos atrevimos ni a tocarla. La bañera estaba llena pero no rebosaba y el chorro del grifo salpicaba su cara. No se me va a olvidar nunca».

No se ha filtrado nunca la hora de su muerte, ni la autopsia. No sabemos si se hizo un estudio toxicológico, si fue un infarto, una insuficiencia respiratoria, un colapso, una muerte accidental o una sobredosis. Pero no fue un suicidio.

«Recuerdo que cuando estaba en la clínica de Arturo Soria yo acudía dos veces al día a llevarle mi orina de la mañana y la de la tarde para que pasara los controles y las analíticas...», cuenta la que hacía todo por su jefa. «Creo que Carmen tenía un problema demasiado serio con las “pastillas”, y con algo más que todos tratan de tapar, silenciar y olvidar. Algo que la mayoría de su entorno compartía desenfadadamente noche sí, noche también».

Pasados unos días, Belén Ordóñez le pidió a Luisa que la ayudara a limpiar la casa. «Me sorprendió, después de la cantidad de policías y gente que estuvo allí aquella mañana, que en el baño quedaran restos de polvo blanco y un “rulillo”. Nadie se asustó ni intentó esconderlo de mi vista». Según Luisa, a nadie le interesa ya conocer la verdad.

Así se perpetró Programa: Tv movie «Carmina» Fecha: 18 y 25 de abril de 2012 . Asunto: relato sobre la vida de Carmina Ordóñez que no ha contado con la aprobación de ninguno de sus hijos y familiares directos. Al descubierto: dos capítulos llenos de mentiras, una detrás de otra.