Pujol aboga ahora por el modelo de Quebec y aparca la independencia

BARCELONA- Después de agitar la posibilidad de una Cataluña independiente, Jordi Pujol recuperó ayer tesis más moderadas y defendió que Cataluña se fije en el espejo del Quebec, la región francófona de Canadá con un amplio régimen de autogobierno. El ex presidente de la Generalitat criticó recientemente en un artículo las inercias centralizadoras y uniformistas de España y consideró ingenuo «pensar que se podrá frenar el proceso de ir atornillando la Autonomía». Y, por eso, concluyó: «Por lo tanto, la alternativa a esto ahora tan sólo podría ser la independencia».
Ayer, Pujol enfrió estos planteamientos con el argumento de que es «muy difícil» que Cataluña logre la independencia, ya que no bastaría con una declaración unilateral de independencia desde el Parlament, tal y como proponen las formaciones que preconizan el Estado catalán para mañana por la mañana.Dicho esto, el ex presidente de la Generalitat centró su apuesta en una «solución tipo Quebec», cuyo sistema de autogobierno es «muy bueno y excepcional».
En todo caso, Pujol alertó, en declaraciones a Rac1, de que si desde España se suprime el modelo catalán de inmersión lingüística en la escuela, Cataluña debería considerarlo un «casus belli».
Las palabras de Pujol levantaron ayer numerosos interrogantes. El portavoz parlamentario del PP de Cataluña, Enric Millo, denunció «el doble discurso» de Convergència i Unió y pidió al secretario general de CiU, Josep Antoni Duran Lleida, que aclarara si él «también es partidario de la independencia».
Y el aludido respondió de esta manera a los interrogantes: «Las opiniones del presidente Pujol siempre son muy respetables y hay que tenerlas muy en cuentas». Sin embargo, Duran dejó entrever que no comparte al cien por cien sus planteamientos: «Yo no discutiré en público las declaraciones del presidente Pujol».
El portavoz de CiU en el Congreso quiso subrayar que «en este momento el presidente de la Generalitat es Artur Mas y el punto de referencia en cuanto a lo que debe hacer Cataluña, para CiU, es aquello que diga y haga el presidente Artur Mas».
A pesar de que Pujol dio marcha atrás a sus tesis y de que Duran Lleida evitó abonarlas, lo cierto es que los adversarios de CiU se han llenado de argumentos para advertir de la deriva soberanista de la formación. No hay que olvidar que Mas inauguró su investidura abogando por una transición hacia el derecho a decidir.

Con Zapatero, al grano
El presidente de la Generalitat, Artur Mas, piensa ir al grano en su primera reunión con Rodríguez Zapatero el próximo 7 de febrero. En concreto, buscará su aval al plan de viabilidad financiera de la Generalitat y a la posibilidad de mayor endeudamiento de la administración catalana, pero también apretará para impulsar medidas económicas y fiscales contra la crisis y se opondrá a una reforma de los horarios comerciales que perjudique al pequeño y mediano comercio.