
Fichajes
Nuevo modelo
En el fútbol español hay desmedida euforia al echar cuentas. Habitualmente se estira más el brazo que la manga y de ahí los desajustes.

En la peor de sus épocas, tras la presidencia de un dirigente optimista que comenzó a construir un estadio sin haber vendido el viejo, y de haber llevado el déficit de la entidad a cantidades de quiebra, la nueva administración del Valencia está dando lecciones de lo que conviene hacer en tiempos de tanta tribulación.
Manuel Llorente, quien no parece gozar de grandes simpatías por su carácter nada dado a las lisonjas, está haciendo del Valencia un club responsable económicamente y con prestigio deportivo. Vendió a Villa y Silva y, sin embargo, el equipo se clasificó para la Liga de Campeones. Actualmente continúa su política de fichajes que no descuadren los números de la contabilidad.
Llorente ha conseguido que el déficit pase de 547 millones de euros a 370 y ha rebajado la nómina de 122 a 78. Se ha vuelto a la media salarial de los años en que ganó dos Ligas, una Copa y una UEFA, además de jugar dos finales de Liga de Campeones. La temporada la ha cerrado con superávit de cuatro millones.
El gran reto está en el nuevo estadio que necesita terminar. En el mismo es posible aumentar considerablemente los ingresos por la explotación de los locales. Una sociedad mixta con Ayuntamiento y Generalitat podría dar fin al proyecto. Posdata. Para la ciudad es más rentable invertir en el fútbol que en la F-1 y la Copa del América.
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