Río de Janeiro

El Gobierno no celebrará este año Debate del Estado de la Nación

La Razón
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MADRID-El Gobierno no celebrará este año el Debate del Estado de la Nación. Alegan la proximidad de las elecciones generales; que ningún Ejecutivo se ha sometido a ese examen de política general en el año de su investidura, y que el Parlamento ya está al día de la agenda reformista.

La confirmación llegó ayer desde Río de Janeiro, donde el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, se encuentra de viaje oficial para participar en la Conferencia de la ONU sobre desarrollo sostenible Río+20, informa Efe.

La tradición de estos debates se inició con Felipe González en 1983 y, desde entonces, han dejado de celebrarse en siete ocasiones, al convocarse elecciones generales. Las excepciones a la regla han sido 1989 y el año pasado, porque se convocaron elecciones anticipadas. El debate del Estado de la Nación de 1989 se celebró en febrero, y como González decidió adelantar a octubre las elecciones, en diciembre de ese año el Congreso fue escenario de su debate de investidura. Al año siguiente, en 1990, no hubo Debate del Estado de la Nación, que se celebró dieciséis meses después de las elecciones que González había vuelto a ganar con mayoría absoluta. Ese calendario es calcado al actual, ya que el año pasado el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero convocó ese debate de política general en junio y después anunció que las elecciones se adelantaban a noviembre, con lo que en diciembre se organizó el debate de investidura de Mariano Rajoy.
Las críticas de la oposición han sido unánimes. La vicesecretaria general del PSOE, Elena Valenciano, acusó al PP de «escapista», ya que considera que, debido a la situación de la economía española, «nunca ha estado más justificado». CiU y PNV censuraron que Rajoy «hurte» al Parlamento un debate que ven más necesario que nunca. Para la portavoz de UPyD, Rosa Díez, Rajoy «tiene mucha alergia a dar cuentas» al Congreso, como lo demuestra el hecho de que aún no haya comparecido para explicar la ayuda a la banca, y sólo acude a la Cámara «cuando no le queda más remedio», informa Ep.