Barberá da un toque de atención a los dueños de la F1 y de la Copa América

La alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, defendió ayer los intereses de la ciudad ante aquellos que en los últimos días han puesto en duda su capacidad y su imagen. El primero en recibir las críticas de la primera edil fue el patrón de la Fórmula Uno, Bernie Ecclestone, quien el martes admitía cierta precipitación a la hora de elegir la capital para la celebración de la competición automovilística. Para Barberá, las palabras de Ecclestone resultan «extrañas, sorprendentes, desafortunadas y contradictorias» con las expresiones que éste ha tenido con el Ayuntamiento durante los dos últimos años.Y por si fuera poco, Copa América. La alcaldesa también quiso dejar claro a Ernesto Bertarelli y Larry Ellison, propietarios del Alinghi y BMW Oracle, respectivamente, que tienen una deuda para con la ciudad. «Es momento del llamar al diálogo y recordar sus compromisos con Valencia. Ambos se han llenado la boca de decir pública y privadamente que su deseo es que ésta sea la sede», declaraba en relación a la posibilidad que el nuevo juicio abierto entre ambos se lleve la regata fuera de las aguas valencianas.