Bankia
BE: La banca no es inmune a la crisis y debe reestructurarse para recibir ayudas
La banca española puede superar los retos planteados por la recesión y el aumento de la morosidad, a los que no es inmune, siempre y cuando aborde un proceso de reestructuración que le permita acceder a la ayuda institucional, según el gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez.
En la presentación del Informe Anual de la entidad correspondiente a 2008, Fernández Ordóñez puntualiza que la ayuda estatal "ha de condicionarse"a la reestructuración de un sector con exceso de capacidad, de modo que se reduzca el coste para los contribuyentes y aumente la eficiencia.
El gobernador recordó que esta línea de trabajo está de acuerdo con los principios comunes "acordados en los principales foros internacionales"y cuenta además con un amplio consenso de los grupos políticos.
Fernández Ordóñez afirmó que, si bien las entidades españolas no se vieron demasiado afectadas por la "primera oleada"de la crisis financiera, a partir del pasado otoño la "crisis real global"terminó por afectarlas.
Además, Fernández Ordóñez apuntó al aumento de la morosidad como uno de los "riesgos"a corto plazo que las entidades deben combatir y "gestionar adecuadamente".
A medio plazo, la competencia entre entidades presionará los márgenes operativos a la baja, lo que no podrá ser compensado con tanta facilidad como antes mediante mayores volúmenes de actividad.
El gobernador puntualizó que no todas las entidades financieras españolas están en la misma situación para soportar las tensiones de crédito, por lo que recomendó la reestructuración de un sector con "exceso de capacidad".
El sistema bancario, prosigue, es un activo de la economía española que debe ser preservado, pues es uno de los puntales de la futura "senda sostenible de crecimiento".
Fernández Ordóñez insistió en la necesidad de reforzar la cooperación internacional para diseñar el nuevo marco de los mercados e intermediarios financieros, tanto bancarios como no bancarios, un proceso que será "largo", pero en el que España debe tener un papel destacado.
De momento, el Comité de Supervisión Bancaria de Basilea está trabajando sobre las recomendaciones del Consejo de Estabilidad Financiera, en el que por primera vez participa España, y sobre el plan de acción diseñado tras la cumbre del G-20 celebrada en noviembre de 2008.
Además, el informe Larosière contiene ya 31 recomendaciones sobre cómo evitar que se repita una crisis como la actual y, en su caso, que su coste sea mínimo.
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