Historia

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El conejo de Alicia

La Razón
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Me refiero, claro está, al del cuento. Y en esta época navideño-electoral nos están contando cada cuento que «manda huevos». Bueno, que alguien nos mande huevos, leche, pan, algo de carne, fruta, unos gramos de pescado.... Que nos manden lo que sea que al precio que se han puestos los productos básicos, las cosas de comer, a muchos españoles estas fiestas no les va a llegar ni para el conejo de marras, ese que este Gobierno, el gabinete del «pensamiento Alicia», recomienda como menú sustitutorio ya que como no sabemos, a estas alturas, lo que vale un euro y vamos tirándolos por ahí como si los regalaran, se acabó aquello de «¡ave que vuela, a la cazuela!». Zapatero no sabe lo que cuesta un café, y Solbes cree que todos somos igual de inconscientes que su líder. Ese que ahora, a base de quererle tanto después de haberle hecho la legislatura imposible, ha conseguido que su bien ganada fama de hombre serio, riguroso y sensato se ponga en tela de juicio. Las sandeces que dijo el señor Solbes en la conferencia sectorial sobre economía de su partido el pasado fin de semana son para mucho pensar. El «pensamiento Alicia» es muy contagioso y al vicepresidente económico se le ha metido el virus hasta el tuétano. Sólo falta que salga promocionando el conejo,que de ahí a las gachas hay un paso. Este Gobierno pasará a la historia por su apego al retrovisor. En nombre del pasado se han hecho tal sarta de disparates que va a ser muy difícil la recuperación aunque PZ tuviese un ataque de sensatez del 7,8 en la escala Richter. Como después de marzo sigamos igual, a más de uno y a más de unos cuantos cientos de miles, el cuerpo les va a pedir salir corriendo más que como conejos, como liebres. Claro que si uno mira hacia el otro lado, las ganas de huir no varían demasiado. El «Kramer contra Kramer» protagonizado por los populares madrileños no es, precisamente, un aliciente para movilizar el voto. La «leña» entre los «esperancistas» y los «gallardonistas» nos trae ese viejo aroma de la derecha cainita que muchos creíamos superado.