Galicia

El PP consigue la mayoría absoluta en Galicia

El PPdeG ha recuperado la Xunta en las elecciones autonómicas de este domingo tras cuatro años de Gobierno bipartito entre socialistas y nacionalistas al haber conseguido mantener su nivel de apoyos en las provincias del interior, Lugo y Ourense, a la vez que logró arrebatar un diputado al PSdeG por la provincia de Pontevedra y otro al BNG por la de A Coruña. Con una participación histórica en unas elecciones autonómicas en Galicia, superior en más de dos puntos a la registrada el 19 de junio de 2005, el PPdeG ha conseguido sumar 54.000 votos respecto a hace cuatro años y ha superado las 757.700 papeletas a su favor. Por su parte, el PSOE ha perdido más de 28.700 sufragios en las cuatro circunscripciones gallegas y el BNG ha retrocedido en más de 40.200 apoyos. Así, el duelo en la provincia de Pontevedra, por la cual concurrían tanto el candidato del PPdeG a la Presidencia de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, como el del PSdeG, Emilio Pérez Touriño, se ha saldado con una victoria para el dirigente ‘popular', en la provincia de donde, además, es originario el presidente del PP, Mariano Rajoy. El Pontevedra, los ‘populares' suman un diputado más a los diez con los que se habían quedado en el año 2005 gracias a un ascenso de más de tres puntos y medio en sus apoyos, lo que se tradujo en más de 31.700 votos más respecto a 2005. Hace cuatro años, el PP había perdido su último escaño por Pontevedra por sólo 8.700 votos. Por contra, los apoyos del PSdeG en Pontevedra cayeron un 3,3 por ciento, lo que se traduce en más de 9.000 sufragios menos por esta circunscripción. Asimismo, las papeletas del BNG cayeron en casi dos puntos y medio en esta provincia, en la cual perdió más de 7.800 votos. Por su parte, la otra provincia de la fachada atlántica, A Coruña, también ha resultado determinante en la victoria de los ‘populares' al arrebatar a los nacionalistas un diputado gracias a un incremento superior a los tres puntos y medio en sus apoyos, que supuso más de 27.000 sufragios más. Por contra, los socialistas, en la provincia de A Coruña perdieron más de 15.300 votos al haber retrocedido casi tres puntos en cuanto a sus apoyos. No obstante, la caída más acusada en esta circunscripción la sufrió el BNG, que registró una bajada de cinco puntos en sus apoyos, lo que se tradujo en la pérdida de más de 30.600 sufragios. EL PP CONSERVA SUS VIVEROS En cuanto a Orense, tradicional granero de votos del PPdeG, donde este partido había conseguido superar el listón del 50 por ciento de los votos hace cuatro años, en esta ocasión sufre un ligero desgaste de casi un punto y medio, pero consigue retener las ocho actas de diputados, frente a las cuatro del PSdeG y las dos del BNG. De esta forma, los ‘populares capitaneados por José Luis Baltar sólo perdieron 2.000 votos, mientras que el PSdeG, que tenía grandes expectativas en esta provincia, consiguió incrementar sus apoyos en más de 1.800 y el BNG perdió unas 900 papeletas. En cuanto a la provincia de Lugo, los tres principales partidos bajaron su nivel de votos, aunque se registró una participación del 73 por ciento de los electores. Así, las expectativas socialistas tampoco se vieron recompensadas en esta circunscripción, puesto que sus votantes introdujeron 6.100 papeletas menos del PSdeG, mientras que el PPdeG también perdió más de 2.800 sufragios y el BNG perdió más de 800 apoyos. En estas elecciones se registró un significativo aumento de los votos blancos (1,71 por ciento) y nulos (0,89 por ciento), frente al 1,79 por ciento de sufragios que no se computaron para ningún partido hace cuatro años. Así, se visualizó un aumento de los votos blancos en las cuatro provincias, sobre todo en la de A Coruña, donde esta forma de expresar la opinión electoral alcanzó el dos por ciento, mientras que en Lugo fue del 1,68 por ciento de los sufragios emitidos, en Pontevedra, del 1,59 por ciento y en Orense, del 1,13 por ciento. PANORAMA INCIERTO Estos resultados abren un panorama incierto en las dos formaciones políticas que gobernaban Galicia desde 2005, ya que a Emilio Pérez Touriño le pasa factura interna su decisión del verano pasado de no adelantar las elecciones como le pedía el PSOE nacional ante la llegada de la crisis económica. Fuentes socialistas consultadas por Europa Press reconocieron que ha sido "un error estar tantos meses en campaña electoral"y recordaron que los sondeos eran "más favorables"al PSdeG ante unas elecciones el pasado otoño. No obstante, Touriño rechazó a finales del pasado mes de agosto el adelanto electoral y justificó su decisión en su "compromiso con los gallegos". No obstante, estas fuentes subrayaron que ahora "no tiene ningún sentido"arrepentirse de esa decisión, que en cualquier caso, sólo podía tomar el presidente de la Xunta. Sin embargo, el partido ya ha convocado para hoy una reunión de la Executiva Nacional Galega para analizar la continuidad de Touriño al frente de la Secretaría General del PSdeG, que ocupa desde 1998. Por su parte, el portavoz nacional del BNG y candidato a la Presidencia de la Xunta, Anxo Quintana, deberá dar cuentas internas de las razones por las cuales el BNG perdió ahora un escaño por A Coruña después del fuerte retroceso que había registrado en las autonómicas de 2005, cuando ya había perdido cuatro diputados respecto a los 17 con los que contaba en 2001. Quintana dijo que era "evidente"que si el Bloque no subía en votos y en escaños en estas elecciones autonómicas, después de haber estado casi cuatro años en el Gobierno gallego, su formación debería hacer una reflexión y asumir responsabilidades políticas. "Yo el primero", llegó a afirmar. Por ello, la Executiva nacionalista se reunirá esta tarde para evaluar con detenimiento los resultados, que han llevado a esta fuerza política a perder continuamente apoyos, desde los 18 diputados que había conseguido en 1997 y que constituyen su techo electoral. El BNG ha retrocedido con los resultados de hoy, en los que cosechó 266.780 votos, a parámetros incluso inferiores a 1993, cuando había obtenido 269.000 sufragios, aunque se habían traducido en 13 escaños. Pese a que la desmovilización del electorado era precisamente uno de los temores de los analistas tanto del PSdeG como del BNG, en estas elecciones la participación superó el 70 por ciento, dos puntos por encima de la registrada en la jornada del 19 de junio de 2005. Hace cuatro años, la movilización del electorado progresista había sido considerada histórica al llegar al 68,1 por ciento del electorado residente y se atribuyó a episodios como la catástrofe del ‘Prestige' o la guerra de Irak.