Hipotecas con resurrección

Alguna caja de ahorros anda ya pensando en conceder préstamos hipotecarios a 60 años de plazo. Hasta la fecha, la persona que más tiempo lleva cotizando a la Seguridad Social es un trabajador autónomo: 65 años. Comparte ese galardón con una mujer, también trabajadora por cuenta propia, que lleva pagando al sistema nada menos que 58 años. Son los MVP del trabajo.

El producto está a punto de ser presentado en el mercado. No hay mejor forma de fidelizar a los clientes que tenerlos atados a lo largo de toda su vida. No de la laboral sino de la otra. Ya se sabe, a más esperanza de vida, más tiempo para pagar la vivienda. No nos consta, de momento, que su concesión vaya acompañada de un seguro obligatorio de resurrección.

El importe medio de una hipoteca está en ya en 150.000 euros, según el INE, y el plazo de amortización por encima de 26 años, el 75% de lo exigido por el sistema de previsión social para percibir íntegramente la jubilación.

La Asociación Hipotecaria Española tiene en su página web un simulador de condiciones para que los ciudadanos comparen las ofertas de crédito con sus posibilidades económicas. Un ejercicio sólo apto para los que no necesitan de préstamos hipotecarios para adquirir una vivienda.

Pedir una hipoteca de 150.0000 euros a sesenta años, a un tipo de 5% –el actual está ligeramente por debajo– supone pagar 720 cuotas de 658 euros. O lo que es igual, devolver al final del periodo de amortización 473.731 euros, tres veces más del capital prestado. Si el préstamo se eleva a 200.000 euros, la cuota mensual pasará a 877 euros. Y si el tipo sube al 6%, pagará 1.088 euros. Consuélese. Desde 1961, el dato más antiguo que se conserva en el INE, hasta hoy, la inflación se ha incrementado en un 3.218,8%, o sea, se ha multiplicado por treinta y tres.