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«Los zumos te cargan de vitaminas»

«Los zumos te cargan de vitaminas»
«Los zumos te cargan de vitaminas»larazon

Ana Tamariz actúa en el teatro Arenal de Madrid con el espectáculo «Magia con encanto» que dirige su padre, Juan Tamariz. Una familia que ya va por la tercera generación de magos, Ana tiene un hijo de dieciseis años que también se dedica al mundo del ilusionismo, y que al igual que el resto de la saga, imparte clases en la Gran Escuela de Magia Ana Tamariz, un centro al que acuden todos los que quieren aprender el oficio de mago.

-¿La magia es un espectáculo para todos los públicos?
-Sí. Cuando se habla de magia se habla de ilusión, y la ilusión no es patrimonio de ninguna edad. Los niños se asombran y los mayores también porque pueden ver todos los trucos con ojos de niños.
-Usted tiene una escuela de magia. ¿Cómo es la gente que se apunta?
-Hay de todo. Hay personas que vienen a aprender unos cuantos juegos sencillos para asombrar en las fiestas de los amigos; hay niños, jubilados y, por supuesto, gente que quiere dedicarse a la magia en plan profesional. En España no existe la carrera de mago, así que nosotros lo que procuramos es formar a los que quieren dedicarse a ello.
-¿Heraclio Fournier es un miembro más de su familia?
-Yo no diría tanto, pero en mi casa siempre ha habido infinitas barajas. Primero las que usaba mi padre, ahora las que usamos mi pareja, que también es mago, y yo; y, para colmo, mi hijo también se dedica a lo mismo. Así que los Fournier no son de la familia, pero casi.
-¿En su casa se juega a las cartas?
-No, porque si ganas dicen que has hecho trampas, y si pierdes dicen que eres tonto porque no las haces. Así que lo mejor es no jugar.
-¿La magia puede usarse como terapia para algunos problemas de salud?
-Sin duda, sobre todo en los niños. Hacer trucos de magia es una magnífica terapia para las personas tímidas y también para los hiperactivos. Yo conozco mucha gente que ha roto la barrera de la timidez gracias a que aprendieron a hacer trucos y eso les permite sentirse protagonistas y olvidarse de su problema. Es una forma de entablar relaciones con los demás.
-¿Existe alguna magia capaz de quitar los kilos de más que se ha cogido estas Navidades?

-Sí, la magia del ejercicio. En el espectáculo hacemos un efecto en el que me quitan la barriga y luego vuelve a aparecer, el problema es que nunca me la dejan más plana. Los kilos sólo se quitan comiendo adecuadamente y, como decía, con el ejercicio.
-Estamos en época de gripe. ¿Las vacunas podrían considerarse un tipo de magia?
-¿Por qué no? En la antiguedad la medicina y la magia estaban muy relacionadas; en muchos casos el mago era el curandero del poblado. Hoy, lógicamente, un científico no tiene nada que ver con la magia, pero hubo un tiempo en que sí. Incluso, no hace tanto, los médicos rurales ejercían un poco de magos porque en muchos casos curaban sólo con la palabra y con el trato casi familiar que le daban al enfermo.
-Para dedicarse a su trabajo hay que tener buen pulso. ¿El alcohol es un mal compañero de viaje para ustedes?
-Es mal compañero para todos. Yo no bebo alcohol, entre otras cosas porque es necesario. Le aseguro que se puede alternar perfectamente tomando zumos, no sólo por la gran variedad que hay, sino porque están buenísimos de sabor y te cargan de vitaminas.