Mundial de clubes

Vuelve el show

La Razón
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MADRID- Las molestias de Robinho después del partido contra el Recreativo fueron la mayor preocupación de Schuster. Más que la lesión de Robben o que la posible baja de Van Nistelrooy para la vuelta contra el Roma. El brasileño no pudo estar en el partido de ida, como no estuvo ante el Getafe y bien que lo ha lamentado el entrenador alemán. Robinho le da otra altura al Madrid. «Es un jugador muy importante para este equipo, y que él esté bien hace que todos estemos más tranquilos», reconoció ayer Guti.

Con Robinho, el conjunto madridista tiene regate. Sin él, es plano y previsible. Guti es el de los pases de gol; Raúl quien da carácter y Van Nistelrooy quien pone los goles. Pero no sobresalen en el uno contra uno, que es donde se deciden los partidos frente a rivales sin despistes. Sólo Joaquín y Messi regatean más que el brasileño del Real Madrid en el campeonato de Liga. Frente al Recreativo, el segundo tanto fue una exhibición de desborde: enseñó el balón, lo pisó rápido y lo cambió de lado. Los defensas de Zambrano se quedaron frente al vacío y llenos de reproches entre sí, mientras Robinho buscaba la portería contraria y decidía el encuentro.

«Salió Robinho y ganamos el partido», resumió Diarra. Es lo mismo que pensaron los madridistas hace tres años, en el primer partido de Robinho con el Madrid frente al Cádiz. En ese partido, Robinho jugó con el balón como no se le ha visto después. Fue un «show» tan excepcional como fugaz. Después se apagó y pareció superado por la responsabilidad y las turbulencias del club. Con Capello volvió a ser decisivo, pero apenas podía destacar en un equipo donde el orden era más importante que la imaginación. Pese a ser decisivo, su papel apenas trascendió. Ha sido esta temporada cuando el brasileño ha dado el salto de calidad. «Robinho es un jugador al que tienen que entenderle cómo le gusta jugar», explica Baptista. Schuster le ha entendido y tres años después, el «show» de Robinho puede continuar.