Alemania

Un atropello en Múnich altera la campaña electoral alemana

La Policía investiga como un atentado el ataque, cometido por un solicitante de asilo afgano con antecedentes que ha dejado 28 heridos en la capital bávara

La policía alemana ha detenido a un solicitante de asilo afgano de 24 años como presunto autor de un atropello múltiple este jueves por la mañana en la ciudad de Múnich que se ha saldado con al menos 28 personas heridas, dos de ellas de gravedad. El primer ministro de Baviera, Markus Söder, consideró que el atropello se trate "probablemente de un atentado" que, en el punto álgido de una campaña electoral dominada por los temores en torno a la seguridad y la inmigración, viene a aumentar las tensiones entre los partidos y a alimentar el apoyo a la extrema derecha. El suceso se produjo alrededor de las diez y media de la mañana, cuando el sospechoso -identificado como Farhad N.- y al volante de un Mini Cooper aceleró y se lanzó contra un grupo de personas que se manifestaban en una céntrica plaza de la capital bávara. Los manifestantes -empleados de guarderías, hospitales, instalaciones sanitarias y piscinas públicas- se unieron al paro laboral para reclamar mejores salarios y, según las autoridades, se congregaron más de mil personas en el lugar, entre ellas numerosos niños. Las imágenes de los medios de comunicación mostraron poco después el coche abollado así como distintas pertenencias, como zapatos, manchados de sangre.

Según la policía, el conductor es un solicitante de asilo que fue capturado poco después y que, según las primeras investigaciones, actuó en solitario. Según el ministro del Interior de Baviera, Joachim Herrmann, Farhad N. llegó a Alemania a finales de 2016 como menor no acompañado y fue acogido en un centro de asistencia social para jóvenes. Se dice que anteriormente estuvo en Italia. Tras su llegada a Alemania, el joven solicitó un asilo que fue rechazado en septiembre de 2017, contra lo que recurrió sin éxito. Desde el otoño de 2020 tiene la orden de abandonar el país. Hermann añadió que era conocido por la policía y que había sido capturado por distintos robos y violación de la ley de estupefacientes aunque, según las autoridades de seguridad, no se tenía constancia de que el hombre fuera un extremista. No obstante, cada vez hay más pruebas que apuntan a antecedentes extremistas. Aunque la investigación sigue en curso y la policía ha procedido al registro de su domicilio, algunos medios alemanes informan que antes del ataque publicó un mensaje presuntamente islamista y, según la revista “Der Spiegel”, habría compartido contenido en sus redes sociales sobre supuestas contribuciones islamistas.

Atropello en Múnich
Atropello en MúnichA. CruzLa Razón

Un atropello que es el segundo con carácter masivo que se produce en Alemania en dos meses, después del que costó la vida a seis personas en un mercadillo navideño de Magdeburgo el pasado 20 de diciembre. El canciller Olaf Scholz habló de un "terrible atentado" y anunció medidas duras. "El autor de los hechos no puede esperar ninguna indulgencia, debe ser castigado y debe abandonar el país", afirmó el socialdemócrata antes de un mitin en la localidad de Fürth. Scholz destacó además la dificultad de deportar a ciudadanos afganos porque Alemania no tiene relaciones diplomáticas con los talibanes gobernantes; aun así, destacó que su gobierno ha tomado medidas para garantizar que más sospechosos acusados de crímenes violentos puedan ser devueltos a ese país. Friedrich Merz, candidato a canciller de la Unión conservadora, explicó a través de la red social X que algo debe cambiar en Alemania: "La seguridad de los ciudadanos en Alemania será nuestra máxima prioridad, haremos cumplir consecuentemente la ley y el orden". Por su parte, el candidato de Los Verdes, Robert Habeck, aseguró estar "horrorizado por este acto sin sentido". Más dura fue la líder del partido ultra Alternativa para Alemania (AfD) que calificó el incidente de "terrible" y culpó al estado federado de Baviera por los fallos al no deportar al sospechoso. “¿Esto debería continuar para siempre? ¡Un cambio radical en materia migratoria, ahora!”, escribió Weidel en X.

El supuesto atentado en Múnich ocurre una semana antes de las elecciones federales y en la recta final de una campaña donde las cuestiones de seguridad interior y de política migratoria está jugando un papel importante en el contexto de varios crímenes violentos. De hecho, en los últimos días tanto los conservadores como la extrema derecha han acusado al gobierno de Scholz de no frenar la delincuencia inmigrante, mientras que el todavía canciller ha argumentado que las contrapropuestas de los conservadores violarían la legislación nacional y de la Unión Europea. Asimismo, la capital bávara ya había comenzado a implementar medidas de seguridad más estrictas antes de la Conferencia de Seguridad de Múnich que comienza el viernes y a la que asistirán altos funcionarios de todo el mundo, incluido el vicepresidente estadounidense, James David Vance, y el presidente ucraniano, Volodimir Zelensky. Las autoridades dijeron que no creían que el ataque estuviera relacionado con la conferencia.

Scholz aboga por expulsar del país al acusado del atropello

El canciller de Alemania, Olaf Scholz, ha anunciado medidas contundentes tras el atropello múltiple. "El autor no puede contar con ninguna indulgencia. Debe ser castigado y debe abandonar el país", ha manifestado el canciller germano, adoptando así en plena campaña electoral un discurso rotundo contra los solicitantes de asilo que cometen delitos, más cercano a las posturas de la derecha política.

Así las cosas, Scholz ha aseverado que cualquier persona que cometa delitos en Alemania no solo será castigado y enviado a prisión, sino que también será expulsado del país.