Melania Trump

Melania Trump no necesita ser salvada

Sale publicada la biografía no autorizada de la primera dama en la que se confirma que no duerme en la misma habitación que Donald Trump

U.S. first lady Melania Trump visits Salvation Army Clapton centre in London
La primera dama de Estados Unidos, Melania Trump, en LondresLISI NIESNERReuters

Justo cuando el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se olvidaba de su esposa, Melania Trump, antes de partir desde Washington a Londres para asistir a la cumbre de la OTAN, llegaba a las librerías una biografía no autorizada sobre la primera dama.

La periodista de la CNN Kate Bennett ha publicado “Free, Melania”, un libro que compila la vida de Melania como primera dama de EE UU y cuenta muchos detalles jugosos sobre el matrimonio Trump.

Melania Trump
Melania Trumplarazon

A pesar de estar casada con una estrella de la telerrealidad que apenas puede soportar pasar frente a un grupo de periodistas sin decir algo, o dejar pasar una mañana sin un tuit, Melania Trump ha luchado contra el estereotipo de que es distante”, explica Bennett en la CNN.

Asimismo, la periodista reconoce que incluso Melania Trump tiene que luchar contra la idea de que es una “rehén en la Casa Blanca”. Tras la ceremonia de inauguración de Trump en enero de 2017, los memes y los hashtags sobre #FreeMelania (Salvad a Melania) han sido más que recurrentes en redes sociales y medios de comunicación.

Con todo, Bennett reconoce que Melania Trump también ha demostrado “que sabe cómo llamar la atención”, como cuando usó un sombrero blanco (alias “The Hat”) durante la visita de Estado de Emmanuel y Brigitte Macron a Estados Unidos.

Donald Trump, Melania, Emmanuel Macron, y su esposa, Brigitte en la Casa Blanca
Donald Trump, Melania, Emmanuel Macron, y su esposa, Brigitte en la Casa Blancalarazon

La reportera estadounidense asevera que Melania “usa el silencio a su favor y sigue adelante como la esposa de uno de los presidentes más controvertidos en la historia de Estados Unidos”. En opinión de Bennett, Melania es muy indepediente y no necesita que nadie la salve.

Habitación propia

Una de las principales revelaciones de la obra de Bennett es que Melania Trump tiene sus propias estancias dentro de la Casa Blanca. La primera dama hace su vida en unas habitaciones diferentes a las que habita Trump. No solo no comparte dormitorio con el mandatario, es que directamente ha decidido ubicarse en una planta distinta a la de Trump.

“La residencia ejecutiva no es pequeña, aproximadamente de 30.000 pies cuadrados (9.100 metros cuadrados) de los 55.000 pies cuadrados (16.700 metros cuadrados) completos de toda la Casa Blanca”, explica Bennett, quien detalla las “incomodidades” de vivir en la residencia oficial, con todas las medidas de seguridad, que puede llegar a resultar asfixiante.

Para acabar con la fama de machista de su marido, Melania acude con cada vez mayor frecuencia a los actos electorales de Donald Trump en las primarias
Para acabar con la fama de machista de su marido, Melania acude con cada vez mayor frecuencia a los actos electorales de Donald Trump en las primariaslarazon

¿Cuánto poder tiene Melania?

La autora del libro concluye que tiene más poder de lo que se cree. Por ejemplo, Bennett señala que la primera dama fue directamente responsable del despido de Mira Ricardel, asesora adjunta de Seguridad Nacional de Trump, después de que ambas tuvieran sus rencillas durante su ruta por África en 2018.

Según informa Efe, en noviembre del año pasado, la Casa Blanca anunció la salida de la consejera después de que la oficina de la primera dama pidiera abiertamente su despido.

Melania fue también responsable -narra el libro- de que la Casa Blanca decidiera prescindir en 2017 de la jefa de Servicio Angella Reid, que se encargaba de supervisar las actividades administrativas de la mansión presidencial.

El polémico discurso

Obviamente no lo escribió ella, pero según relata Bennett, fue un duro varapalo para Melania. “El escritor de discursos era un miembro del personal de la Organización Trump -que apenas conocía las formas de los discursos de campaña política-” y fue este redactor quien cogió prestadas algunas líneas del exitoso discurso que dio Michelle Obama ocho años antes.

Según las fuentes de la periodista de CNN, “fue Donald Trump quien decepcionó a Melania Trump. Un equipo esquelético de neófitos políticos no leyó el discurso de Melania Trump, y mucho menos examinó su contenido”, asevera Bennett.

El presidente de EE.UU., Donald J. Trump besa a su esposa, Melania, antes de ser investido como el presidente número 45 de la historia de los Estados Unidos
El presidente de EE.UU., Donald J. Trump besa a su esposa, Melania, antes de ser investido como el presidente número 45 de la historia de los Estados Unidoslarazon

Primera hija versus primera dama

El papel que juega Ivanka Trump no tiene precedentes en la historia de Estados Unidos, de ahí que a la propia Melania Trump le sea a veces complicado quedar relegada a un segundo plano. Es más, Bennett señala que la relación entre ambas empeoró una vez que Trump ganó las elecciones y pasaron a ser pareja presidencial.

Como relata la agencia EFE, la tensión quedó ejemplificada cuando Melania llevó una gabardina de Zara con el polémico mensaje “I really don’t care, do u?” (realmente no me importa, ¿(y) a ti?) durante una visita a centros de detención de menores migrantes, en la frontera con México en junio de 2018.

En opinión de Bennett, se trataba de un mensaje dirigido a Ivanka: “Creo, y todavía lo hago, que la gabardina fue un dardo (dirigido) a Ivanka y sus intentos casi constantes de vincularse a puntos positivos de la Administración”, escribe la periodista. Y es que para Bennett hay grietas entre las dos mujeres más importantes para el presidente.

El presidente estadounidense, Donald Trump, y su esposa, Melania Trump, junto a su hijo Barron, el pasado 17 de marzo
El presidente estadounidense, Donald Trump, y su esposa, Melania Trump, junto a su hijo Barron, el pasado 17 de marzolarazon

Perro presidencial

Melania Trump quiso tener perro, una tendencia en la Casa Blanca. Sin embargo, Donald Trump se negaba por su conocida aversión a las mascotas y su fobia a los gérmenes.

Perso según Bennett, Trump “habría aceptado si el plan de Melania Trump de conseguir una mascota para su hijo se hiciera realidad”. De hecho, la primera dama se puso a investigar sobre las razas más apropiadas y estuvo analizando cómo cuidar a un perro persidencial. Finalmente optaron por no tener perro.

La primera dama de EEUU, Melania Trump
La primera dama de EEUU, Melania Trumplarazon