Juan Guaidó

¿Por qué Guaidó es el presidente encargado de Venezuela?

Merkel, Boris Johnson y Macron reciben al líder venezolano fuera de la agenda oficial en un gesto de compromiso hacia la causa que representa

El presidente francés Emmanuel Macron durante su encuentro con el líder venezolano Juan Guaidó en el París.
El presidente francés Emmanuel Macron durante su encuentro con el líder venezolano Juan Guaidó en el París.TwitterLa Razón

En menos de cuatro días, Juan Guaidó se habrá entrevistado con los líderes políticos de Reino Unido, Alemania y Francia. Borish Johnson, Angela Merkel y Emmanuel Macronhan hecho un hueco en su agenda para recibirlo de forma no oficial. El gesto de estos tres mandatarios con la causa que simboliza Guaidó ha elevado la presión y las críticas hacia la postura de Pedro Sánchez, quien ha preferido que sea la ministra de Exteriores quien lo reciba este sábado durante su visita a España, donde celebrará un acto con la colonia venezolana en la Puerta del Sol.

España fue de los primeros países europeos en reconocer a Guaidó como “presidente interino”. En realidad esta figura viene recogida en la Constitución venezolana cuando se presenta un vacío de poder. La persona designada para asumir este cargo de forma interina es el presidente de la Asamblea Nacional.

Las fuerzas antichavistas sostienen que en su país Nicolás Maduro es un “usurpador” porque dejó de ser presidente legítimo, ya que las elecciones de 2018 en las que se proclamó ganador a través del Consejo Electoral, dominado por el chavismo, no contaron con el aval de la comunidad internacional, que las consideró ilegítimas y carentes de credibilidad.

Entre las irregularidades denunciadas está la ilegalización de partidos políticos. De los 59 partidos que tenían que renovar ante la autoridad electoral para los comicios de ese año, solo pudieron hacerlo 22, dejando ilegalizadas a organizaciones de amplia trayectoria política en el país como La Causa R o Proyecto Venezuela.

En 2015, cuando la oposición venezolana logró la mayoría absoluta de la Asamblea Nacional, los principales partidos que integraban la coalición ganadora, la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), acordaron que cada año se rotarían en la presidencia del Parlamento.

Guaidó, como presidente rotatorio de la Asamblea Nacional a partir de 2019 por el partido Voluntad Popular, dio un paso audaz y decidió apelar a la Constitución para autoproclamarse como mandatario. Las autoridades chavistas dijeron entonces que era un intento de golpe de Estado. Guaidó, pese a este movimiento, no ha logrado echar en un año a Maduro del palacio de Miraflores, sede de la presidencia. Tampoco posee los resortes del poder dentro de Venezuela, pero ha logrado el reconocimiento de más de 50 países y la congelación de bienes del Estado venezolano en Estados Unidos.

España dudó los primeros días inmediatos a aquel movimiento. Pero finalmente dio el paso y reconoció a Guaidó como presidente interino. La decisión de Pedro Sánchez ayudó a que otros gobiernos de la Unión Europea, que ven en España el puente natural con Latinoamérica y el portavoz clave para todo lo relacionado con Venezuela, siguieran el mismo camino y reconocieran al líder venezolano como presidente encargado.