Rusia

“La Red”: el grupo de extrema izquierda que planeaba atentar contra Putin

La Justicia condena a los siete jóvenes que integran la organización a penas de entre seis meses y 18 años por terrorismo. La oposición cree que los detenidos fueron torturados para confesar

Los miembros del grupo de extrema izquierda Set (La Red), durante el juicio en Penza (Rusia)/AP
Los miembros del grupo de extrema izquierda Set (La Red), durante el juicio en Penza (Rusia)/APDavid FrenkelAP

Hace no demasiados años hubiese resultado sorprendente la detención de un grupo de jóvenes de extrema izquierda en el país en el que triunfó la revolución bolchevique y en donde todavía quedan vestigios de aquella época a modo de destartaladas hoces y martillos colgando de las fachadas de sus edificios.

Todo comenzó en otoño de 2017, a pocos meses de empezar un año que sería crucial para Rusia, el de las elecciones presidenciales de marzo que le otorgaron a Vladimir Putin su cuarto mandato y un poder casi absoluto, el año del Campeonato Mundial de Fútbol, que tuvo lugar en Rusia. Un grupo de siete jóvenes de entre 23 y 30 años de la ciudad de Penza, a 550 kilómetros de Moscú, fue detenido por el FSB (antiguo KGB) después de varios meses de seguimiento. Se hacían llamar “Set” (en español, la Red), y planeaban, según la Fiscalía, ataques durante las elecciones presidenciales y el Mundial de fútbol con el fin de “desestabilizar la situación del país” y derrocar al presidente Putin y su Gobierno creando para ello células de combate en Moscú, San Petersburgo, la región de Penza y otras regiones rusas para atacar unidades militares, oficiales de policía y oficinas del partido del Gobierno, Rusia Unida.

Ayer, más de dos años después, un tribunal militar ruso consideró a estos activistas culpables de la acusación determinando que los acusados habían tenido una creciente actividad durante los meses previos a su detención comprado dos pistolas Makarov, granadas F-1, fusibles y fabricando un dispositivo explosivo improvisado, entre otros materiales, además de la incautación de drogas. Los jueces consideraron además que entre 2015 y 2017, los integrantes de “la Red” se entrenaron para operaciones militares, realizaron entrenamientos en campamentos abandonados y en centros de recreación en los bosques de Penza, mientras que los ya condenados sostienen que solo se reunían para hablar de política y jugar con pistolas de aire comprimido.

Las penas oscilan entre los seis y 18 años, sentencias que estarán obligados a cumplir en su totalidad en centros de máxima seguridad, al habérseles dado la consideración de “grupo terrorista” imponiendo las penas más altas a los denominados líderes del grupo, Dmitri Pchelintsev, de 27 años, e Iliá Shakurski, de 23 años, con 18 y 16 años de privación de libertad respectivamente, del resto de detenidos nadie ha sido absuelto, con condenas a 14 años de cárcel para Andrei Chernov, de 30 años; a 13 años Maxim Ivankin, de 25 años; y a 10 años Mijaíl Kulkov, de 25 años. Vasili Kuksov, de 31 años, y Armán Sagynbaev, de 27 años, fueron condenados a penas de 9 y 6 años, respectivamente.

Los abogados de los condenados ya han anunciado que recurrirán la sentencia, asegurando que sus clientes habrían firmado su confesión después de haber sido torturados mediante descargas eléctricas con pistolas Taser, palizas y amenazas de violación, además de la privación de comida, bebida y de sueño, según recoge hoy el rotativo ruso “Novaya Gazeta”.

Las organizaciones de derechos civiles han denunciado lo que consideran un “proceso manipulado” y calificando a los condenados como “presos políticos”, que han sido castigados por su activismo. El opositor Alexei Navalni ha afirmado que el veredicto contra los activistas de izquierda es “horrible y monstruoso” y se ha mostrado convencido de que el testimonio de los jóvenes se consiguió a través de presiones y tortura.

Lo cierto es que Rusia ha adoptado en los últimos años medidas para poner freno a los ataques terroristas, unas medidas no bien acogidas por todos. Grupos y organizaciones de la oposición han denunciado que se califica como terrorismo a cualquier amenaza al poder y que se pretende tener controlados a todos los grupos que puedan resultar molestos y que tengan capacidad de movilizar a un gran número de personas.

Al caso de La Red se suma otro no menos polémico, como es el del grupo Nueva Gloria, en el que sus integrantes, jóvenes de Moscú, están acusados de extremismo y de planear derrocar al Gobierno. Según el presidente de la Corte Suprema de Rusia, Vyacheslav Lebedev, cerca de 900 personas fueron condenadas durante 2019 por terrorismo y extremismo. «Hasta 540 personas fueron condenadas por delitos relacionados con el terrorismo y 335 personas por delitos relacionados con los extremistas», dijo el presidente en una reunión de tribunales de jurisdicción general y tribunales de arbitraje celebrados en forma de videoconferencia sobre los resultados del 2019.