Desescalada
Las protestas contra el confinamiento “rebrotan” en todo el mundo
La falta de libertades y la escasez económica derivada de las cuarentenas incendian a la población, especialmente en Europa y América
Las protestas contra el confinamiento que empiezan a verse en el centro de Madrid son un reflejo del malestar que se extiende por distintos países contra la restricción de libertades de sus ciudadanos, y que, en mayor o menor medida amenazan con desestabilizar aún más el difícil equilibrio social y político en el que se asienta la lucha mundial contra la pandemia. Este es un resumen de los últimos incidentes, más importantes en Europa y América.
Europa
Las protestas más llamativas de los últimos días se están viviendo en las principales ciudades alemanas, concentradas principalmente en Stuttgart, Múnich y Berlín, donde los fines de semana se concentran miles de personas exigiendo recuperar sus libertades, entre ellas el de manifestarse en las calles.
Los manifestantes, predominantemente jóvenes, y entre los que mezclan varias ideologías -hay hasta opositores a la aplicación de vacunas-, acusan a las autoridades, tanto políticas como sanitarias, de generar pánico y de recortar los derechos básicos de la población.
Hay que recordar que son ahora los Lander los encargados de la desescalada, pero la ira va fundamentalmente dirigida contra el Gobierno de Merkel, precisamente uno de los que mejor ha gestionado la pandemia en la UE. La canciller, por cierto, no deja de insistir en pedir paciencia a la población porque el riesgo de rebrote sigue ahí, como demuestran los diversos picos registrados en las cifras de contagio.
En Francia la tensión ha vuelto a la “banlieue” parisina, los suburbios empobrecidos de localidades como Rueil-Malmaison, Suresnes y Gennevilliers que rodean la capital, y donde se han registrado distintos altercados avivados por el confinamiento. Son miles de personas los que han perdido su trabajo y muchos se hacinan en viviendas precarias. También hay que recordar que hasta los “chalecos amarillos” se saltaron la prohibición del Gobierno de toda reunión de más de cien personas para luchar contra la expansión del virus. Se manifestaron en París y otras ciudades reivindicando las cesiones que han puesto en jaque al presidente Emmanuel Macron.
En Reino Unido e Italia las protestas han sido menores, pero se han repetido en el centro de Londres y también en el sur italiano, principalmente en ciudades del sur y de Sicilia, junto a localidades de Lombardía, la zona más azotada por la pandemia.
Estados Unidos
Con una economía en una caída histórica, y alentadas en buena parte por el propio presidente Donald Trump y muchos gobernadores republicanos, Estados Unidos vive una sucesión de protestas que han tensionado peligrosamente vaarios estados. Michigan, California, Colorado, Indiana, Kentucky, Carolina del Norte, Ohio, Oregón, Pensilvania, Texas y Washington son algunos de ellos.
Pese a las advertencias de los expertos sobre la precipitada desescalada iniciada por los políticos, y con casi 85.000 muertos, las peticiones son más de índole económica, aunque las protagonizan defensores de las armas y supremacistas que no tienen ningún reparo en exhibirse en público sin mantener la distancia de seguridad y hasta ocupar capitolios estatales.
Suramérica
Brasil, y especialmente su presidente, Jair Bolsonaro, son el claro exponente de lo ocurrido en varios países del continente. Bolsonaro protagonizó incluso una manifestación el 19 de abril en la que, sin mascarilla ni guantes, y tosiendo, pidió a miles de seguidores que se saltaran la cuarentena que han impuesto varios gobernadores.
Bolsonaro vive una situación paralela a la de su amigo Trump en Estados Unidos. Se desespera por la crisis económica y ansía el inmediato regreso a la actividad económica, aunque los datos de víctimas y contagios sigan disparados.
Las movilizaciones y caceroladas en contra del confinamiento se han repetido en los dos últimos meses no solo en Brasil, también en Argentina, Uruguay, Chile o Bolivia. En Argentina las protestas han sido mayores, y destacan las de la semana pasada en lugares como Buenos Aires, Chaco, Santa Fe y Esquel, en las que se exigió de manera especial ayudas para los más desfavorecidos.
En Colombia también ha habido movilizaciones -en Bogotá, Medellín y Cali las más numerosas- contra el confinamiento y las restricciones impuestas a la movilidad de ciudadanos y mercancías, lo que ha mermado la capacidad económica de muchas familias. Ha habido saqueos de comercios bloqueos de calles y carreteras, caceroladas y trapos rojos en las ventanas para exigir ayudas y alimentos.
Las movilizaciones en Bolivia comenzaron a producirse a principios de abril, cuando habitantes de El Alto y vecinos de la zona sur de Cochabamba incumplieron las restricciones del Gobierno y salieron a las calles para exigir alimentos. También Venezuela ha vivido días de tensión por la falta de alimentos y combustible.
Los incidentes en países de África como Níger o Kenia han sido puntuales, así como en Israel los protagonizados por los ultraortodoxos. En Irán e Irak también ha habido disturbios, mezclados a menudo con reivindicaciones políticas.
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