Pandemia

Guerra de las vacunas en Iberoamérica

Chile se convierte en el primer país en Suramérica en suministrar la de Pfizer, mientras que Argentina adquirirá la rusa Sputnik V

FILE PHOTO: A woman holds a small bottle labeled with a "Coronavirus COVID-19 Vaccine" sticker and a medical syringe in front of displayed Pfizer logo in this illustration taken, October 30, 2020. REUTERS/Dado Ruvic/File Photo
FILE PHOTO: A woman holds a small bottle labeled with a "Coronavirus COVID-19 Vaccine" sticker and a medical syringe in front of displayed Pfizer logo in this illustration taken, October 30, 2020. REUTERS/Dado Ruvic/File PhotoDADO RUVICREUTERS

Comenzó la cuenta atrás por una de los mercados más rentables de mundo, en lo que a las farmacéuticas y, por tanto, a diferentes Gobiernos, concierne. Las demandas son enormes y lo prometido no será lo ofertado. Luego vendrán los negociados, los “lobbies” y los sobreprecios en un continente débil en instituciones, pero sumamente infectado por la corrupción. Es la historia que tantas veces vivió África, convertida en conejillo de indias y futuro cliente.

Ahora América Latina tomó el triste relevo. Comienza la contienda. En una decisión calificada de “histórica” por las autoridades locales, Chile aprobó ayer el uso de emergencia de la vacuna contra el coronavirus desarrollada por el laboratorio norteamericano Pfizer y su socio alemán BioNTech.

Por tratarse de un compromiso adquirido con anterioridad a la publicación de los resultados del laboratorio Pfizer, el país suramericano podrá contar con las primeras dosis del fármaco a fines del mes de diciembre. La urgencia del Gobierno apunta a tenerlas en el territorio nacional lo ante posible, por eso ya se instruyó la aprobación desde el Ministerio de Hacienda para la gestión correspondiente a la importación de las vacunas.

La primera partida de dosis se espera que llegue al país en una semana. Se estima que sea el próximo 23 de diciembre. En caso de aprobarse estas fechas, el inicio de la vacunación comenzaría entre los días 24 y 25, apenas unas horas después de l llaegada de la vacuna.

El primer cargamento sería inferior a las 30.000 dosis. Es decir, alcanzaría para inocular a unas 15.000 personas, ya que son necesarias dos dosis de esta fórmula.

Reino Unido fue el primer país occidental en aprobar el uso de la vacuna de Pfizer el pasado 2 de diciembre. En América Latina, ya lo han hecho México, Panamá y Costa Rica, grupo al que ahora se suma Chile.

Por su parte, el gobierno peronista le sigue en la contienda. Aerolíneas Argentinas programó un vuelo directo a Rusia para el próximo 21 de diciembre que tendrá una misión especial: traer a Argentina las primeras dosis de la vacuna Sputnik V contra el coronavirus. Una misión heroica que todavía, no se sabe si podrá cumplirse.

La información, confirmada por fuentes aeronáuticas, refleja un nuevo cambio de planes en el discurso oficial después de que el ministro de Salud, Ginés González García, dijera que la llegada de la fórmula podría demorarse por algunas complicaciones de último momento. No es la primera vez que presidente y ministro se cruzan en las declaraciones. Sigue habiendo incertidumbre.

El vuelo del 21 de diciembre –AR1060– no sería el único. La Administración Nacional de Aviación Civil ya recibió otros pedidos de autorización para operaciones que partirían a Rusia con el mismo propósito. El acuerdo firmado por el Gobierno argentino contemplaba además de las 600.000 dosis (para vacunar a 300.000 personas) de diciembre, la llegada de 5 millones de vacunas en enero y de otras 5 millones en febrero. El Ejercito está en alerta para otros servicios. El problema es que la demanda no alcanza la oferta.

Enfermeros voluntarios en una primera etapa

De no haber cambios, en una primera etapa se convocará a enfermeros voluntarios, que luego de aplicarse la vacuna serán distribuidos por todo el país para iniciar la campaña con los grupos de riesgo. El Gobierno imagina un operativo similar al de unas elecciones. Incluso se podría utilizar el padrón para organizar el proceso. Hay ciertas dificultades logísticas que aún deben ser sorteadas: la Sputnik V debe ser conservada en temperaturas muy bajas.

La campaña será gratuita y voluntaria. Nadie será obligado a inmunizarse. Y quienes quieran vacunarse en forma privada podrán hacerlo, aunque en una primera etapa será imposible que lo consigan por la dificultad que tendrán las cadenas de farmacias y centros de salud en adquirir un bien apetecido y escaso en todo el mundo.

Por su parte, Rusia diseñó un sistema para poder identificar al público latinoamericano interesado en noticias relacionadas con la vacuna contra el coronavirus y así poder posicionar la propia Sputnik V como más eficiente y segura que el resto de los desarrollos científicos presentados en Reino Unido, Alemania y Estados Unidos, de acuerdo a un informe presentado por la prestigiosa Federación de Científicos Americanos (FAS). Comenzó la guerra fría con Reino Unido y EE UU por el nuevo mercado, el nuevo dorado del siglo XXI: La vacuna contra la pandemia. Mientras china, la más que probable causante de la covid-19, mira en la sombra.