Israel
“El nuevo Gobierno israelí es Vox y Podemos en el mismo gabinete”
Alberto Spectorovsky, profesor de Ciencias Políticas en la Universidad Tel Aviv, asegura que “los palestinos destruyeron a la izquierda israelí”
Alberto Spectorovsky, profesor de Ciencias Políticas en la Universidad Tel Aviv, cree que la era de BenjaminNetanyahu ha llegado a su fin y que el nuevo gobierno liderado por Naftali Benet, del partido Yamina, junto al líder del partido centrista Yesh Atid, Yair Lapid, está formado por partidos muy diferentes que complicará que agote la legislatura en caso de que finalmente logre formar un ejecutivo.
¿Cree que este gobierno alternativo a Netanyahu saldrá adelante y agotará la legislatura?
Tienen unas trabas ahora pero creo que las superarán. No creo igualmente que dure mucho. Es cierto que todos quieren quedarse con las carteras que recibieron y si van a elecciones anticipadas mueren todos. Al mismo tiempo, las distancias entre las partes son muy grandes. Es Vox y Podemos en el mismo gabinete. Benet es derecha radical y el partido izquierdista Meretz es liberal pacifista.
¿Qué tipo de políticos son Lapid y Bennett, como los definiría?
Yair Lapid, líder del partido Yesh Atid, ha dado un ejemplo de madurez política. Por su parte, Benet ha sacado petróleo de debajo de las piedras con este acuerdo, jugó el papel de partido bisagra y aparentemente lo ganó. Moral cero, aprendió de Netanyahu y le ganó en su terreno.
En estos años, ¿Netanyahu ha sido rehén de sus socios de gobierno en algunos aspectos?
Más bien diría que ha sido pragmático a nivel internacional, entendiendo las fuerzas tanto regionales como globales. Como persona de derechas y contra sus principios afirmó estar a favor de la solución de los dos estados para dos pueblos. En la práctica dirigió esto de acuerdo a su ideología, quitándole toda sustancia a la idea. En el campo doméstico selló su destino político con los partidos religiosos. Ahí tuvo que hacer concesiones que probablemente un secular como él no haría.
¿Qué tipo de concesiones?
Darle mucho presupuesto para que la comunidad religiosa pueda vivir estudiando y sin trabajar. Cuando fue ministro de Economía en gobiernos anteriores les bajó considerablemente los presupuestos familiares obligándolos a tener menos hijos e ir a trabajar. Como primer ministro y siendo socio total con ellos no le quedó más remedio que seguir ofreciéndoles más dinero y varias cosas más. Lo que pedían los ultra religiosos Netanyahu lo concedía,
¿Qué es lo más negativo que deja Netanyahu durante sus mandatos?
Lo más negativo es que ha golpeado muy duramente al estado de derecho y ha aumentado y radicalizado las discordias. Sin haberlo leído, entendía a Carl Schmitt y la teoría del enemigo. Si quieres hacer política, inventa al enemigo.
¿Un gobierno nuevo supondrá cambios con respecto a la política palestina y con respecto a Hamás o eso es una cuestión de estado que no cambiará con otro ejecutivo?
No va a cambiar nada en cuanto a palestinos o la política regional. Este es un gobierno que se puede formar con Yapid y Bennett es un ejecutivo de derechas con el apoyo de la izquierda, que prácticamente no tiene ni voz ni voto. Para la izquierda la opción es votar por una derecha legalista a fin de desbaratar a la derecha populista de Netanyahu.
¿Por qué la política israelí, su parlamento, está tan dividido, con tantos partidos?
Israel es una democracia representativa. Las divisiones de la sociedad están representadas en el parlamento. Hay muchos debates sobre cambiar el sistema electoral para que sea más gobernable. Intentos que han fracasado. Tampoco se sabe fehacientemente de sistemas mucho mejores.
¿La izquierda israelí tiene alguna opción a medio plazo?
A largo plazo todo es posible. Hoy no se ve esa posibilidad. Si Netanyahu abandona la vida política justamente permitiría una coalición de derecha conservadora casi total, sin oposición. Los palestinos destruyeron a la izquierda israelí. Mas allá de ello, aunque hay un resurgir de izquierda en Estados Unidos, no le veo futuro. La derecha populista tiene más futuro, nacionalismo económico de izquierdas con nacionalismo cultural de derechas.
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