Venezuela

Arranca (por fin) el diálogo entre la oposición y Maduro en México

El rechazo de los chavistas a la participación del embajador opositor Carlos Vecchio (reconocido por Estados Unidos y por otros 50 países) amenazó con tirar por tierra las conversaciones

El presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, Jorge Rodríguez, el canciller mexicano Marcelo Ebrard; el director del Centro Noruego de Resolución de Conflictos, Dag Nylander, y el representante de la oposición venezolana, Gerardo Blyde Pérez, posan en la inauguración del proceso de negociación y diálogo en el Museo de Antropología e Historia de la Ciudad de México (México). Las negociaciones entre el Gobierno y la oposición de Venezuela arrancaron este viernes en México con la firma de un memorando de entendimiento en el Museo Nacional de Antropología
El presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, Jorge Rodríguez, el canciller mexicano Marcelo Ebrard; el director del Centro Noruego de Resolución de Conflictos, Dag Nylander, y el representante de la oposición venezolana, Gerardo Blyde Pérez, posan en la inauguración del proceso de negociación y diálogo en el Museo de Antropología e Historia de la Ciudad de México (México). Las negociaciones entre el Gobierno y la oposición de Venezuela arrancaron este viernes en México con la firma de un memorando de entendimiento en el Museo Nacional de AntropologíaMario GuzmánEFE

Hasta última hora antes del inicio formal del proceso de negociaciones políticas entre el régimen de Nicolás Maduro y la oposición venezolana los mediadores de Noruega tuvieron que atender detalles. Era la puesta a punto de lo que finalmente se inauguró casi a las 5 de la tarde, hora local en Ciudad de México, con el exuberante Museo de Antropología como escenario.

El día en la capital azteca se inició con reuniones por separado de los enviados de cada sector político. Por el lado de la oposición, Gerardo Blyde funge como coordinador, con representantes de los principales partidos de la alianza que encabeza Juan Guaidó: Luis Aquiles Moreno (Acción Democrática), Tomás Guanipa (Primero Justicia), Carlos Vecchio (Voluntad Popular), Luis Emilio Rondón (Un Nuevo Tiempo), Roberto Enríquez (Copei) y Mariela Magallanes (La Causa R), además de Stalin González, aliado cercano al excandidato presidencial Henrique Capriles. Todos despertaron en la capital mexicana.

Del lado del chavismo, tres nombres nada más: el presidente del Parlamento chavista Jorge Rodríguez como cabeza del grupo, el gobernador Héctor Rodríguez y el hijo del mandamás bolivariano, “Nicolasito” Maduro Guerra. Ellos llegaron al mediodía del viernes.

En horas de la mañana se pudo confirmar que el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador emitió acreditaciones a los integrantes de la oposición venezolana como una delegación bajo la Convención de Misiones Especiales, con lo cual les otorgó inmunidad diplomática. El objetivo sería tener certezas de que el régimen de Nicolás Maduro no puede ejercer solicitudes de captura internacional contra sus adversarios sobre los cual ha desatado persecuciones.

Es el caso, por ejemplo, de Roberto Enriquez, quien permaneció cuatro años en la embajada de Chile en Caracas como huésped mientras era buscado para aprehenderlo por la policía política del régimen. El jueves, salió rumbo a Ciudad de México. También aplica para Carlos Vecchio, Tomás Guanipa y Mariela Magallanes, todos perseguidos de las autoridades venezolanas y en el exilio desde hace varios años.

Antes de comenzar la reunión del viernes, hubo un desencuentro de última hora: el chavismo manifestó su negativa a sentarse en la misma mesa que Carlos Vecchio -aunque su presencia fue anunciada desde hace semanas- pero la oposición insistía en que debía participar, bajo el argumento de que la unidad opositora se mantendría durante todo el proceso. Un día antes, Guaidó había dicho que “La mayor y mejor unidad posible es la herramienta para enfrentar a la dictadura. Hay unidad para enfrentar los procesos que vienen en la negociación”.

A diferencia de Tomás Guanipa, que era embajador en Colombia, Vecchio no renunció a su cargo dentro del “gobierno interino” de Guaidó, por lo que acude a México como enviado de su partido al mismo tiempo que es reconocido por Estados Unidos como embajador de Venezuela ante ese país. Además, es militante de Voluntad Popular, que las autoridades venezolanas califican como un “grupo terrorista”.

Para la ronda que comenzó este viernes, y que durará tres días, lo esperable es la firma de un memorándum de entendimiento entre las partes, y la fijación de una agenda de siete temas a tratar en los próximos meses, que incluyen las sanciones internacionales y un cronograma electoral además del futuro de los activos venezolanos congelados en el extranjero, ayuda humanitaria y financiera, y derechos humanos.

Según el Gobierno mexicano, se espera que el proceso de negociaciones pueda extenderse hasta por seis meses. Henrique Capriles ya había informado que no había que esperar resultados inmediatos, y llamaba a tener paciencia. Una de las personas cercanas a los encuentros en México dijo a este diario que buscan tener “certezas” antes de las elecciones regionales y locales del 21 de noviembre próximo, pero nada está aún asegurado.

En cualquier caso, luego del cara a cara de este fin de semana, los siguientes encuentros pudieran pautarse para finales de este mes de agosto, según un esquema de trabajo que se extienda por varios meses, con la mediación de Noruega y con Rusia y Holanda participando como acompañantes en la mesa. Estados Unidos, Canadá, Turquía, Alemania y Bolivia no jugarán un papel activo en las negociaciones aunque sí actuarán como “países amigos” que irán monitoreando las conversaciones.