Afganistán
Los países europeos aceleran las evacuaciones por la inseguridad en Kabul
Alemania concluye la operación tras los atentados y Francia repatría a su embajador
Los países europeos están viviendo una carrera contrarreloj para rescatar a aquellos afganos que durante estos 20 años de presencia en el país han ayudado a las fuerzas occidentales a realizar su labor y cuya vida corre peligro si permanecen en el país. La mayoría de los países occidentales no van a apurar hasta el día 31 de agosto para finalizar la evacuación del aeropuerto de Kabul, ante el peligro de un atentado terrorista inminente que suponga un baño de sangre.
Esta tarde, más de una decena de personas han fallecido en un atentado en los alrededores del aeropuerto de Kabul. EE UU y Reino Unido habían alertado de ataques terroristas durante las operaciones de evacuación
La ministra de Defensa belga, Ludivine Dedonder desveló este pasado miércoles en una entrevista con varios diarios belgas que la Administración estadounidense había pedido en privado al resto de los países que finalizasen sus evacuaciones desde Afganistán este viernes 27 de agosto como muy tarde y no esperasen hasta finales de mes, ante el peligro de que los talibanes cumpliesen sus amenazas. Francia, al igual que España, terminará su operación este viernes por la tarde. “Desde mañana por la tarde en adelante, no seremos capaces de evacuar a personas del aeropuerto de Kabul”, ha confirmado el primer ministro francés, Jean Castex, a la radio RTL.
La desbandada ha sido la nota dominante de las últimas horas. Otros países incluso han optado por no esperar a este viernes y ya hoy han cesado los vuelos al país centroasiático. Es el caso de Polonia, Bélgica y Dinamarca. En rueda de prensa, el primer ministro belga, Alexander de Croo justificó el fin de las operaciones ante el empeoramiento de la situación. El último avión belga procedente de Afganistán aterrizó en Islamabad (Pakistán) a las nueve y media del miércoles y no están previstos más desplazamientos. “Desde el miércoles las situación ha empeorado mucho y hemos obtenido la información de fuentes americanas y de otros países de que existía una amenaza de atentado suicida en los alrededores del aeropuerto”, ha explicado el primer ministro.
Reino Unido es un caso especialmente sensible ya que ha sido el país, tras EEUU, con más tropas y, por lo tanto, más colaboradores sobre el terreno a los que se ve en el deber moral de no dejar en la estacada. En un principio, Londres se había fijado como fecha límite el día 31, pero no parece que pueda cumplir su objetivo. Según aseguró el ministerio de Defensa la tarde del miércoles, la operación puede terminar en 24 o 36 horas y resulta difícil predecir cuántas personas pueden quedar abandonadas a merced de los talibanes. Según las fuentes del ministerio de Defensa consultadas por the Guardian este miércoles, hay 2.000 personas que durante estos años han trabajado como interpretes y otras funciones para las tropas y el gobierno británicos que aún permanecían en el país a la espera de ser evacuadas, a los que se unirían otra lista de casos especiales cuyo número se desconoce entre los que se encontrarían activistas por derechos humanos jueces y personas del colectivo LGTBI, aparte de un pequeño número de británicos que aún continúa en Afganistán. El primer ministro, Boris Johnson, ha asegurado que el país hará “todo lo que sea posible” para salvar al mayor número de personas, pero ha reconocido que la situación en el aeropuerto es cada vez más peligrosa
La ministra alemana de Defensa, Annegret Kramp-Karrenbauer, anunció este jueves el fin del puente aéreo desde Kabul para evacuar a los nacionales alemanes y los colaboradores afganos. Francia también se une a ese abandono.
En cuanto a los afganos que han trabajado para las instituciones europeas, de los que 400 han sido rescatados gracias a la ayuda de España, los portavoces comunitarios han confirmado que aún permanecen en el país un pequeño número a la espera de ser evacuado, pero no han querido facilitar nuevas cifras por motivos de seguridad. En cuanto al reparto de los demandantes de asilo que se encuentran en España, Bruselas asegura que los contactos entre los Estados continúan. Ahora mismo no existe ningún plan europeo para poner en marcha un sistema vinculante de reparto por cuotas y todo depende de la buena voluntad de los diferentes países.