La madre que murió sin encontrar a su hijo Josué

María Guadalupe Rodríguez, dirigente y fundadora del Colectivo de Padres y Familiares de Personas Desaparecidas de Guerrero, falleció el viernes en el Hospital General de Iguala sin haber hallado a su hijo Josué Molina tras siete años de lucha incansable. Su hijo desapareció en 2014 cuando tenía 30 años. El Covid ha sido el único motivo que ha frenado a Rodríguez en su intento de reencontrarse con su vástago tras denunciar las deficiencias en las investigaciones del Estado mexicano. Más de 100 familias en paradero desconocido se unieron a Rodríguez en su lucha. México reconoce 90.148 personas desaparecidas o no localizadas, una cifra que ha ido subiendo desde que en 1964 comenzasen los registros. El 81% de estas desapariciones, 73.755, se han producido durante los últimos tres sexenios. Se sospecha que muchos de estos fallecidos se encuentran en los Servicios Médicos Forenses donde hay 30.000 cuerpos sin identificar. La Organización Nacional Anticorrupción señala más de 52.000 cadáveres sin reconocer que yacen en fosas comunes debido a que los forenses están saturados. Los desaparecidos aumentaron significativamente desde el inicio de la llamada «guerra contra el narcotráfico» del gobierno de Felipe Calderón. Cinco de los 32 estados mexicanos concentran el 70% de los casos. El colectivo de Rodríguez denunció el pasado año que las autoridades no colaboraban en la identificación de los cuerpos que hallaron en unas fosas clandestinas en Acapulco.

México conmemoró ayer el Día Internacional de Víctimas de Desapariciones Forzadas con un acto en el Zócalo. «Este día abre una nueva oportunidad de consolidar los compromisos institucionales asumidos por la Secretaría de Gobernación y de seguir instruyendo estrategias y mecanismos orientados a continuar mejorando la atención al delito de la desaparición. Solicitamos una audiencia con el presidente y en nuevo Secretario de Gobernación», remarcó en la conmemoración una de portavoces del colectivo Movimiento por Nuestros Desaparecidos.

El gobierno mexicano ha honrado a las madres que luchan para recuperar a sus hijos con la inauguración el viernes de la exposición «Estos rostros que ves. Mujeres que buscan». El mismo día que fallecía Guadalupe sin haber logrado ver de nuevo a su hijo, el subsecretario mexicano de Derechos Humanos, Alejandro Encinas, honraba a las víctimas y sus familias. Los familiares han pedido al gobierno de López Obrador no ser «autocomplaciente». Los datos indican que desde 1964 han sido localizadas 133.988 personas, 8.862 fueron encontradas sin vida, el 6,4%.

El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos pidió ayer a las autoridades fortalecer la garantía de derechos de las personas desaparecidas y sus familias con «procesos efectivos» de búsqueda. La representante del Movimiento alzó la voz para exigir más esfuerzos al gobierno mexicano para poder volver a abrazar a sus seres queridos, como no pudo hacer María Guadalupe Rodríguez con su hijo Josué: «Nosotros les buscamos. Y el Estado ¿Dónde está? Pedimos que Andrés Manuel López Obrador reitere su voluntad política contra la desaparición de personas», era el grito unánime.