Trabajadores de la aerolínea Alitalia provocaron este miércoles un gran caos en la pista de despegue del aeropuerto de Fiumicino en Roma tras invadirla con el fin de bloquearla en señal de protesta después que la compañía aérea italiana anunciase recientemente que suspendía la venta de billetes para viajar a partir del 15 de octubre y que cancelaba los vuelos programados desde entonces.

De esta forma, Alitalia echará finalmente el cierre después de luchar por encontrar inversores para salvar a la aerolínea en quiebra puesta bajo administración estatal en 2017. Según algunos expertos, se prevén entre 7.000 y 8.000 despidos, la mayoría en Roma, y contrataciones en condiciones inferiores al trato aplicado por las empresas de bajo coste.

La situación empeoró por la pandemia que hizo que los vuelos se quedaran en tierra en todo el mundo durante meses. El diario italiano ‘Corriere Della Sera’ estima que hay unas 250.000 personas que deben volar con Alitalia después del 15 de octubre, por lo que el gobierno italiano ha puesto a disposición un fondo de 100 millones de euros, que serán destinados a reembolsos y reubicación de los pasajes en otras empresas.

En paralelo a esta situación, la nueva Italia Trasporto Aereo (ITA) comenzará a vender sus primeros billetes para comenzar a funcionar a partir del 15 de octubre. La nueva compañía operará inicialmente con una flota de 52 aviones con la previsión de alcanzar los 80 aeronaves a finales de 2022, y más de 105 en 2025.