Entrevista

“Con el dinero que la UE paga a Rusia, Putin puede comprar 10.000 tanques”

Oleksandr Riepkin, representante del Ministerio de Exteriores de Ucrania para la diplomacia económica, avisa de que “si cae Odesa, Moldavia será la siguiente”

Oleksandr Riepkin, representante especial para la diplomacia económica del Ministerio de Asuntos Exteriores de Ucrania
Oleksandr Riepkin, representante especial para la diplomacia económica del Ministerio de Asuntos Exteriores de UcraniaLa RazónLa Razón

Oleksandr Riepkin es el representante especial del ministro de Relaciones Exteriores de Ucrania para la Diplomacia Económica. Habla con LA RAZÓN desde Bruselas, donde ha gestionado semanas atrás el endurecimiento de las sanciones europeas contra Rusia. Riepkin forma parte del equipo del ministro de Exteriores, Dmytro Kuleba, que reclama un embargo de gas y petróleo total para evitar que le lleguen a Moscú cientos de millones con los que financiar la guerra. Presidente de la Asociación de Energía Consejo de Hidrógeno de Ucrania, es coautor de la estrategia energética nacional, según la cual este país podrá convertirse en 2050 en un centro de hidrógeno en Europa y exportar este recurso energético a la UE como alternativa al combustible ruso.

¿Cree que Ucrania podrá ingresar en la UE en los próximos años?

Claro que sí. Las dos partes están haciendo todo lo que pueden. Es muy dramático lo que está sucediendo, pero al mismo tiempo es una gran oportunidad para Ucrania para adherirse a la UE. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ya ha dicho que el procedimiento de ingreso será muy rápido. De hecho, Kyiv presentará este lunes todos los datos requeridos a Bruselas. No sabemos cuánto tiempo puede tardar este proceso, si fuera por mí se resolvería en cuestión de meses, no de años. Creo además que el proceso podría culminar a finales de año. Putin, por supuesto, no quiere vernos dentro de la UE pero es que no quiere ver a Ucrania ni como país. Esta es la razón por la que comenzó su campaña militar, no quiere que existamos como nación. Por eso pretende hacer el máximo daño posible porque sabe que Ucrania es un país más próspero y rico que Rusia, con buenas infraestructuras, algo que la mayoría de la gente en Rusia nunca ha visto.

Además de los objetivos económicos, ¿tiene Putin ambiciones imperialistas?

Esa es una idea que solo está en la mente de Putin. Ucrania se independizó hace 30 años y durante este tiempo hemos construido nuestra nación y sociedad basada en un sistema democrático con todos los problemas que se quiera. Queremos ser parte de la familia europea, nuestros valores son los mismos que los de Europa. Pero para Putin esto no es concebible, la idea de una Rusia imperialista está sobre la mesa, una Rusia que se extiende sobre parte de Polonia, Moldavia y los Bálticos, que fueron parte del imperio ruso.

Varias empresas importadoras de Alemania, Austria y Hungría están preparándose para pagar el gas ruso en rublo. ¿Son malas noticias para Ucrania?

Sabemos perfectamente quién apoya a Ucrania dentro de la UE y quién no. Lamentablemente, la máquina de propaganda rusa revela hasta qué punto ha captado algunos miembros de la UE, como Hungría. Rusia está usando la energía como un arma política. Ha bloqueado el envío de gas a Polonia y Bulgaria. Es un chantaje. La UE se tiene que deshacer cuanto antes de los combustibles rusos, no de aquí a un año sino en un mes. Incluso Alemania, que apoyaba el gasoducto Nord Stream, ha cambiado de posición. Cada dólar, euro o rublo pagado a Rusia es un dinero que se usará para financiar la máquina militar rusa. Le pondré un ejemplo, desde que comenzó el conflicto, Europa ha pagado a Rusia 44.000 millones de euros por la compra de combustibles. Empleado en armamento, ese dinero le sirve a Rusia para comprar 63 barcos de guerra como el Moskva, 3.000 sistemas de misiles y armas de artillería antiaérea Pantsir y 10.000 tanques. La comparación es terrible. Lo único bueno de esta situación es que Rusia ya no es capaz de construir su maquinaria de guerra porque necesita muchos componentes europeos y personal que se han ido de Rusia, muchas empresas que no van a suministrar materiales con fines bélicos.

¿Qué otras sanciones contra Rusia le gustaría a Ucrania?

Hay bancos rusos que no han sido desconectados del sistema de pagos SWIFT. Tampoco se ha aprobado un embargo del petróleo y gas rusos, que representa la principal fuente de ingresos de Moscú. Las sanciones son efectivas. La industria bélica rusa ha sido duramente golpeada por las sanciones. Rusia no tiene semiconducores para misiles, tampoco tiene módulos para operar motores diésel, producidos por Bosch.

¿Existe aún un alto riesgo de accidente nuclear en medio de la guerra?

Claro que sí. Lo que hicieron en Chernobyl y en la planta nuclear de Zaporiyia demuestra que no saben dónde reside la amenaza nuclear. Los soldados rusos permanecieron en la zona con el nivel más alto de contaminación de Chernobyl durante mucho tiempo. Al mismo tiempo, destruyeron el sistema de operación de energía de almacenamiento nuclear y todos los sistemas de monitoreo de radiación. Cuando todos esos soldados vuelvan a Bielorrusia y a Rusia van a actuar como pequeños reactores. Este martes lanzaron misiles que sobrevolaron la planta nuclear de Zaporiyia. Puede haber problemas técnicos;, esos misiles podrían explotar en otros objetivos diferentes contra los que fueron lanzados. Cualquier cosa puede suceder. Así que todos los suministros relacionados con el combustible nuclear deben ser sometidos a un régimen de sanciones.

¿Cómo está afectando la guerra a la economía de Ucrania?

De forma muy dramática. La crisis provocada por la guerra reducirá el PIB de Ucrania entre un 30% y un 50% este año. Las primeras cuatro semanas de guerra provocaron daños por un valor de 40.000 millones de euros. La industria del acero está destruida. De las seis grandes plantas siderúrgicas que había, solo funcionan dos, y tres de ellas están totalmente destrozadas. Otro sector muy perjudicado es el de la agricultura. Hay un bloqueo total de los puertos de salida. Ucrania produce el 10% del maíz mundial pero ahora no existe la posibilidad de enviarlo a África ni incluso a Europa. Muchos productores de alimentación europeos están sufriendo los efectos de la falta de aceite de girasol. Tenemos 11.000 millones de euros de cosechas bloqueados en almacenes.

¿Cómo se imagina el final de esta guerra?

Nadie sabe qué puede frenar las ambiciones de una mente como la de Putin. No vamos a perder territorio y no pactaremos la entrega de territorio ucraniano. En la histórica reunión en Alemania de esta semana se acordó suministrar todo tipo de armamento pesado a Ucrania, así que ahora tendremos armas para ganar esta guerra. Hasta ahora Putin no ha cosechado ninguna gran victoria en Ucrania, ha conquistado algún territorio, pero incluso en las localidades que han sido tomadas por los rusos la gente no está cooperando salvo excepciones. Toda la sociedad está unida y nadie quiere ver a los rusos mandando en su país. Si Rusia no puede ocupar el total territorio de Donbás ni controlar Mariupol, o cualquier otro punto estratégico, y su ejército se queda desabastecido, quizá piense que su operación especial haya fracasado. Ahora, toda la elite de Rusia sabe que si sigue la guerra no tendrán ningún futuro.

¿Hay un riesgo alto de que la guerra se extienda a otros países vecinos?

Hay una situación peligrosa ahora en Transnistria. Rusia está utilizando este territorio como usó Donetsk y Lugansk. Primero reconocen la autonomía de estos territorios y después comienzan una guerra contra Ucrania. Esto puede suceder en Moldavia. Hay informaciones con testimonios de gente allí que dicen estar dispuestos a luchar y aplastar a Ucrania, y cuando les pregunta qué vendrá después responden que Polonia. Para muchos, Polonia es parte de Rusia porque una parte de su territorio quedó anexada a la Unión Soviética después del pacto Ribbentrop-Molotov. Así que creo que en Ucrania estamos luchando por la seguridad de toda la Unión Europea. Hay un riesgo real en el sur, si cae Odesa, Moldavia será la siguiente.

¿Cree que Mariupol finalmente caerá en manos rusos?

La situación de Mariupol es delicada, la mayor parte de la ciudad está controlada, pero aún no hay una fuerte resistencia de civiles y soldados luchando en Azovstal y en los alrededores, controlados por las fuerzas ucranianas. Hace tres días, el batallón Azov envió refuerzos y ahora cuentan con marines y están luchando. Desde una perspectiva a corto plazo no tenemos oportunidad de desocupar Mariupol y romper el cerco. Los civiles mientras tanto están sufriendo bombardeos constantes. Contaré mi situación personal. Lamentablemente mi familia ha sufrido pérdidas en Mariupol, la hermana de mi mujer murió asesinada, y estuve tres semanas buscando a su madre y sobrino. Fue el 10 de marzo. Finalmente los pudimos sacar de allí. Todas las familias en Mariupol tienen circunstancias parecidas, donde los rusos han matado a más de 20.000 civiles. El nivel de violencia allí es superior a lo que hemos visto en Bucha. En la reunión de ministros de Defensa de Alemania se aprobó el envío de armas pesadas. Con ellas, Ucrania puede atacar a más de 300 kilómetros, lo que significa que podemos luchar contras las tropas rusas que rodean Mariupol. Esto servirá de apoyo a nuestros soldados. Allí todos son héroes.

Usted es experto en la energía del hidrógeno. ¿Cree que la guerra puede suponer una oportunidad para avanzar hacia una transición energética?

Tenemos un gran vínculo con la asociación española del hidrógeno. España es uno de los países líderes. -Hay un proyecto en Mallorca que sirve de ejemplo de cómo se puede integrar la tecnología del hidrógeno en la economía moderna de una ciudad y alcanzar la independencia energética. El hidrógeno puede servir para suministrar energía a otros países europeos, incluido Ucrania. España tiene la posibilidad de usar su sistema de transporte para este fin. En Ucrania hay un gran potencial para el desarrollo del hidrógeno y del resto de las energías renovables. La parte positiva de este conflicto es que todo el mundo en la UE ha entendido que Europa no puede ser más tiempo dependiente de la energía rusa y que la UE puede desarrollar sus propias fuentes energéticas renovables. España es un país líder en la UE y puede enviar a sus socios energía basada en el hidrógeno. Ucrania tiene dos proyectos prometedores, uno para exportar hidrogeno a través de tuberías y otro para almacenar en el subsuelo el hidrógeno en un punto muy cerca de la frontera con la UE. Ambos cuentan con el apoyo de la Comisión Europea.