Marxismo

El Partido Comunista de Cuba reconoce a la familia como esencia de la sociedad

Destaca el apoyo masivo al nuevo Código Civil en el que se defiende esta teoria frente a las estatalistas

Biños jugando en El Malecón de La habana (AP Photo/Ramon Espinosa)
Biños jugando en El Malecón de La habana (AP Photo/Ramon Espinosa)Ramon EspinosaAgencia AP

El partido Comunista de Cuba (PCC) reconoce la importancia de la familia como esencia de la sociedad. No hace mucho tiempo una ministra socialista de Educación española dijo que los hijos no pertenecían los padres y ahora los ortodoxos del comunismo cubano mantienen justamente lo contrario, después de tantos años de revolución.

“Quizá nunca antes se había mencionado tanto en Cuba la palabra familia, ni con tanto apasionamiento. El proyecto de nuevo Código de las Familias ha vuelto las miradas y los debates a ese espacio que es, tal y como nos enseñan desde los primeros años de escuela, la célula fundamental de la sociedad”, señala l diario “Grama”, órgano de dicho partido.

“Toda persona tiene derecho a formar una familia; que el Estado las reconoce y protege, cualquiera sea su forma de organización, y crea las condiciones para que se favorezca integralmente la consecución de sus fines. Ese lenguaje, formal a veces, no se aparta de la esencia del asunto: la familia es el núcleo central de la vida, la agrupación en la que encontramos sostén y abrigo, y desde la cual partimos a ser para el resto de la comunidad”.

“Los datos más recientes aportados por la Comisión Electoral Nacional desmienten la infundada matriz de opinión de que constituyen mayoría quienes se oponen al nuevo Código: el 61,96 % de las propuestas generadas en la consulta fueron favorables. Aunque el objetivo final sea la aprobación –como un paso más en un proyecto de país que quiere ser siempre cada vez más inclusivo, porque responde a un Estado socialista de derecho y justicia social–, tanto o más importante es el diálogo para generar el consenso”.

“En la letra del Código hay tanto espíritu de bondad que es prácticamente imposible no apoyarlo luego de estudiar a conciencia su articulado. Sin embargo, no hay mejores argumentos para su respaldo que pensar en las familias detrás de cada uno de sus postulados, en las historias reales, en las mujeres y hombres que necesitan el apoyo de la ley para vivir a plenitud. Escribió Martí que las familias son como las raíces de los pueblos; no es ocioso recordar entonces que, en la lucha por ampararlas a todas, está en juego la fortaleza del árbol que somos como nación”. En un escenario ideal, en la familia debe prevalecer la armonía, confianza, seguridad, respeto, afectos, protección y el apoyo necesario ante la resolución de problemas”, concluye.