La interminable búsqueda de los tres presos que se fugaron de Alcatraz hace 60 años

Los atracadores de bancos Frank Morris y los hermanos Clarence y John Anglin eran un peligro para la sociedad y fueron trasladados a Alcatraz, una cárcel construida en 1934 en un islote aislado del Pacífico Norte. Rodeado por las gélidas aguas de la bahía de San Francisco, parecía un lugar inexpugnable, del que nadie podría escapar.

Morris llegó en 1960 y los hermanos Anglin lo hicieron poco después. Los tres eran habituales de la prisión y ya se conocían de anteriores ocasiones. Morris, que se hacía pasar por otras personas con nombres como Carl Cecil Clark, Frank Laine y Frank Lane, tenía con un tatuaje borrado en la frente y cicatrices en la parte superior del brazo y codo izquierdos. Fue condenado a 14 años de prisión por un atraco a un banco en Slidell (Louisiana).

Por su parte Clarence fue sentenciado a 15 años de cárcel por un robo a mano armada en un banco de Columbia (Alabama). Su hermano John tenía una cicatriz en la mejilla izquierda otra en el antebrazo y otra en la frente.

El tiempo entre rejas da para mucho y sobre todo con condenas largas como tenían los tres reos. así que decidieron elaborar un minucioso plan de fuga, cocinado a fuego lento pero con un resultado exquisito para ellos.

El 11 de junio de 1962 era el día fijado. Frank y los hermanos Anglin ejecutaron su plan a la perfección y salieron de “La Roca”. Confeccionaron unas cabezas de muñecos con pelo, papel higiénico, yeso y pintura para que simularan que estaban durmiendo. Lograr el engaño era fundamental para conseguir ganar tiempo para poder huir y no ser interceptados.

Al igual que Andy Dufresne (Tim Robbins) en “Cadena Perpetua”, los tres reos cavaron un túnel durante 18 meses, armados única y exclusivamente con una cuchara. Después, tendrían que trepar por los postes y atravesar el techo por los sistemas de ventilación antes de deslizarse por la chimenea de 15 metros que desembocaba en el área de duchas de la prisión.

Preparados el engaño con los muñecos y la vía de escape, faltaba un medio de transporte para atravesar la bahía. Utilizaron sus impermeables para hacer una balsa inflable y según la investigación del FBI saltaron al agua entre las 20:00 y las 02:00 horas.

Cuando los guardias se dieron cuenta de lo ocurrido dieron la voz de alarma pero los esfuerzos de búsqueda no dieron resultado. Ninguno de los tres hombres ni sus restos mortales fueron encontrados. Sólo el chaleco de uno de ellos apareció en una zona costera.

Los investigadores concluyeron que no había forma de que los fugitivos hubieran podido sobrevivir en las gélidas aguas de la bahía de San Francisco, a pesar de que hoy en día la zona es cruzada a nado sin problemas. De esta manera, y ante la falta de pruebas, el FBI cerró la investigación en 1979 y cedieron el testigo a los Marshalls, la agencia federal de alguaciles de EE UU, encargados de velar porque se ejecuten las decisiones judiciales.

El caso dio un vuelco en 2013 cuando la Policía de San Francisco recibió una carta que supuestamente estaba firmada por uno de ellos: “Mi nombre es Un total de 36 prisioneros hicieron 14 intentos de escapes durante los 29 años de existencia de la prisión, el más notable de los cuales fue el intento de escape más violento en mayo de 1946 conocida como la “Batalla de Alcatraz”, y podría decirse que el exitoso “Escape de Alcatraz” por Frank Morris, John Anglin, y ... Me escapé de Alcatraz en junio de 1962. Sí, todos sobrevivimosaquella noche, ¡pero por los pelos!”, indicaba. La misiva podía parecer una manera de mantener viva su gesta heroica porque según decía, los tres vivieron juntos durante todo ese tiempo hasta que Morris murió 2005 y su hermano Clarence en 2008. Sólo quedaba Anglin, que según indicaba en la misiva “Tengo 83 años y no estoy bien físicamente. Tengo cáncer”.

Asimismo, ofrecía un pacto con las autoridades: “Si anuncian en televisión que me prometen que sólo iré a la cárcel un año y que me darán atención médica, escribiré de vuelta para decirles exactamente dónde estoy”. Anglin reconoce que la mayor parte del tiempo la ha pasado en Seattle (Washington), pero que pasó ocho años en Dakota del Norte.

Los Marshalls analizaron la carta para determinar si era auténtica pero los resultados no fueron concluyentes. Lo único cierto es que un año después de la fuga, Alcatraz dejó de ser una cárcel de máxima seguridad y que los tres ladrones de bancos permanecen en la lista de los más buscados.

Los familiares tampoco saben nada pero sí creen que pudieron escapar. David Widner, un sobrino de los hermanos Anglin, dijo que su abuela estuvo recibiendo flores con tarjetas firmadas por John y Clarence durante varios años después de la fuga. Esas tarjetas nunca fueron analizadas por las autoridades.

La policía federal no se ha dado por vencido y aunque de estar vivos hoy tendrían 90 años, han publicado una recreación de cómo serían sus rostros por si alguien pudiera aportar alguna pista que permita conducir a las autoridades hasta ellos.

El ayudante supervisor Mike Dyke del servicio de alguaciles afirmó que había posibilidades de que los tres hombres hubieran logrado sobrevivir. “Creo que probablemente los hermanos vivieron... pero existe la posibilidad de que los tres pudieran haber vivido y simplemente se separaron una vez que huyeron”, dijo. “No se ha recuperado ningún cuerpo. No puedo cerrar el caso. Todavía hay una oportunidad. No se puede descartar el hecho de que hayan muerto. Pero tampoco se puede descartar estén vivos.

Alcatraz dejó de ser una cárcel de alta seguridad un año después de la espectacular fuga y se ha convertido en un lugar de peregrinación de turistas de todo el mundo. Uno de los lugares que más expectación despierta entre los 1,3 millones de visitantes es la de uno de los hermanos Anglin, pero por “La Roca” también pasaron otros ilustres personajes como Al Capone, George “Machine Gun” Kelly y Robert Stroud, el psicópata que pasó cinco décadas entre rejas y que era conocido como el Hombre Pájaro de Alcatraz.

En los 29 años de existencia de la prisión hasta 36 prisioneros protagonizaron 14 intentos de fuga. El más violento se produjo en mayo de 1946 y fue conocido conocida como la “Batalla de Alcatraz”, pero el único que se logró llevar a cabo todavía obsesiona a las autoridades, que seguirán buscando alguna evidencia de que Morris o los hermanos Anglin pudieran haber logrado sobrevivir a la fuga y puedan seguir vivos en algún lugar de Estados Unidos.