Putin justifica los ataques contra la infraestructura ucraniana

En una conversación telefónica con el canciller alemán Olaf Scholz, el presidente ruso Vladimir Putin acusó a Alemania y a sus aliados de adoptar una «línea destructiva» en la guerra de Ucrania y criticó que los estados occidentales están «inflando el régimen de Kyiv con armas» además de entrenar al Ejército ucraniano. Para el Kremlin, estas ayudas militares y financieras son las responsables de la negativa de Ucrania a negociar con Rusia y, según Putin, «estimula a los nacionalistas radicales ucranianos a cometer más crímenes sangrientos contra la población civil».

En su primera llamada telefónica con el presidente ruso desde el 13 de septiembre, Scholz enfatizó por su parte la determinación de Alemania de continuar brindando apoyo militar a Ucrania y, como aseguró minutos después el portavoz del Gobierno germano Steffen Hebestreit, el canciller condenó los ataques rusos a la infraestructura energética ucraniana y pidió una solución diplomática lo antes posible, que incluya la retirada de las tropas rusas. Poco después de la conversación, «Der Spiegel» informó que Alemania proporcionará a Ucrania otros siete tanques Gepard que, según esta revista, estaban inicialmente destinados al desguace. Durante semanas, los ataques rusos han paralizado las redes de electricidad y calefacción en muchos lugares de Ucrania y el suministro de agua también se ha visto parcialmente afectado.

Según el Kremlin, en la conversación que duró una hora, Putin pidió al canciller que revise su política hacia Ucrania y el jefe del Kremlin también defendió los recientes ataques con misiles contra Ucrania. Son «una respuesta forzada e inevitable» a las «provocaciones de Kyiv» contra la infraestructura civil en Rusia, incluido el puente a la península de Crimea, que se anexionó Moscú en 2014, que resultó gravemente dañado por una explosión.

«Putin ha explicado nuevamente y en detalle la postura fundamental de Rusia a la hora de llevar a cabo la operación militar especial. Se ha hecho hincapié en la postura destructiva de los estados occidentales, incluida Alemania, que entregan al régimen de Kyiv armas y entrenan al Ejército ucraniano», señaló el Kremlin. Asimismo, Putin volvió a pedir que el «ataque terrorista» contra los oleoductos Nord Stream en el mar Báltico se aclare mediante investigaciones transparentes, con la participación de las autoridades rusas. A finales de septiembre, unas explosiones abrieron cuatro agujeros en los gasoductos entre Rusia y Alemania cerca de la isla de Bornholm. La Unión Europea y la OTAN tienen claro que se trató de un sabotaje aunque hasta ahora se han mostrado reacios a señalar a los culpables.

Scholz y Putin solo coincidieron en un punto. Según Hebestreit, ambos destacaron el importante papel del acuerdo recientemente renovado sobre la exportación de cereales de Ucrania. También acordaron mantenerse en contacto. Una posibilidad que enfría la posibilidad de que Rusia interpele con Estados Unidos. Aunque el presidente estadounidense, Joe Biden, se mostró listo para dialogar con Putin y, según las últimas informaciones del portavoz ruso Dimitri Peskov, el jefe del Kremlin también está abierto a un intercambio con el presidente estadounidense, las expectativas no son demasiado altas ya que ambas partes combinan su supuesta voluntad con restricciones.

Biden solo quiere hablar con Putin si está buscando una manera de terminar la guerra, algo que «no ha hecho antes», según el norteamericano, incluso si Moscú sigue afirmando eso. En respuesta a las declaraciones de Biden, Peskov enfatizó que la mejor manera de hacer valer los intereses de Rusia es a través de medios diplomáticos pacíficos aunque, hasta el momento, no hay signos reales de paz y, según Biden, actualmente «no tiene planes inmediatos» para contactar a Putin.

En términos de contenido, Moscú es dura: «Por supuesto, la operación militar especial continuará», dice Peskov, descartando una retirada de tropas, aunque enfatiza la vía diplomática. «Putin estuvo, está y seguirá estando abierto a contactos y negociaciones». Sin embargo, la búsqueda de un compromiso se ve obstaculizada por la negativa estadounidense a reconocer las áreas del sur y este de Ucrania como territorio ruso.