Represión

Así es Toomaj Salehi, el rapero iraní que podría ser ahorcado por protestar contra el régimen

El músico de 32 años está acusado de ser “un enemigo de Dios” y de la “corrupción en la tierra” tras demostrar su expresa oposición hacia el Gobierno

Salehi, de 32 años, es famoso en todo Irán por sus comprometidas letras
Salehi, de 32 años, es famoso en todo Irán por sus comprometidas letraslarazon

La represión por las protestas desatadas en Irán no cesa. Ya han muerto al menos 342 personas, según la ONG Iran Human Rights con sede en Oslo. La última víctima de las autoridades de este país es un prestigioso rapero, conocido como Toomaj Salehi, detenido a finales de octubre y que podría ser condenado a muerte.

Salehi, de 32 años, es famoso en todo el país por sus comprometidas letras. Desde hace unos años, los raps del artista señalan claramente con el dedo las trampas y los excesos de la República Islámica de Irán. En una de sus últimas canciones canta: “El crimen de alguien fue bailar con su pelo al viento. El crimen de alguien fue ser valiente y criticar... 44 años de su gobierno. Es el año del fracaso”.

 

Con estas “armas”, el rapero mostraba su apoyo a las protestas que sacuden Irán desde la muerte el 16 de septiembre de Amini, la joven que fue detenida por la Policía de la moral por llevar mal puesto el velo islámico. Las movilizaciones piden -como las letras de Salehi- el fin de la República Islámica.

El pasado 30 de octubre fue arrestado. Según los medios del régimen, el músico fue detenido en un cruce de fronteras, cosa que ha desmentido el administrador de las redes sociales de Salehi. Éste asegura que la detención tuvo lugar en la provincia de Chaharmahal y Bakhtiari (suroeste de Irán) no en una provincia fronteriza. La agencia de noticias Fars, afiliada a la Guardia Islámica, describe al artista como uno de los “líderes de los disturbios que promovieron la violencia”.

Según la familia, Salehi fue detenido violentamente el pasado sábado junto con dos de sus amigos: el campeón de boxeo Mohammad Reza Nikraftar y el kickboxer Najaf Abu Ali. De ninguno de los tres se ha sabido más. “Me desperté a las dos de la mañana con una llamada telefónica de la amiga de Toomaj diciendo ‘se ha filtrado nuestro paradero’”, dijo el tío del rapero, Eghbal Eghbali, en declaraciones a la CNN.

Explica que se enteró a través de los amigos de Salehi esa misma mañana de que unas 50 personas habían asaltado la residencia de su sobrino en Chaharmahal y Bakhtiari. El tío de Salehi asegura que su sobrino está detenido en una prisión de la ciudad de Isfahan y que tiene información de que fue torturado.

Acusado de “corrupción en la tierra”

Toomaj fue detenido por “haber desempeñado un papel clave en la creación de disturbios y en el fomento de los recientes disturbios en la provincia de Isfahan y en la ciudad de Shahinshahr”, dijo entonces el fiscal de la ciudad de Isfahán, Mohamad Musavian.

Según detalla Efe, lo más grave es que el músico ha sido acusado de “corrupción en la tierra”, un cargo que engloba una serie de delitos contra la seguridad pública y la moral islámica. Este delito puede costarle la vida porque en el país persa está castigado con la horca.

Toomaj se enfrenta además a las acusaciones de “propaganda contra el régimen, cooperación con estados hostiles, difusión de mentiras, incitación a la violencia”, según informó este domingo la agencia de noticias oficial ISNA.

El Club de Jóvenes Periodistas, respaldado por el Estado iraní, ha publicado el vídeo de un hombre con los ojos vendados que decía ser Toomaj y que admitía -aparentemente bajo coacción- haber cometido “un error”.

No es la primera vez que las fuerzas de seguridad iraníes encarcelan a Salehi. El 12 de septiembre del pasado año fue detenido en su casa de Isfahan. Se le acusó de “propaganda contra el régimen” y de “insultar a la autoridad suprema”.

Tras ser puesto en libertad, fue juzgado en enero de 2022 por el Tribunal Revolucionario Islámico de Shahin Shahr, que le condenó a seis meses de cárcel y a una multa.