Alta tensión
China amenaza a Taiwán con el mayor despliegue de bombarderos nucleares H-6 hasta la fecha
Las autoridades de la isla temen que las incursiones aéreas de Pekín en su zona de defensa puedan provocar un accidente que aumente el riesgo de escalada bélica
China continúa reforzando su campaña de presión militar sobre Taiwán. El Ministerio de Defensa Taiwanés declaró que 21 aviones del Ejército Popular de Liberación entraron el martes en la zona de identificación de defensa aérea (ADIZ) del suroeste de la isla en las últimas 24 horas, incluidos 18 cazabombarderos H-6con capacidad para propulsar armas atómicas. Estos vuelos representan el mayor número de salidas en un periodo de 24 horas desde que Taipéi comenzó a publicar datos diarios sobre las incursiones de cazas chinos en 2020.
“Es raro que China envíe más de cinco bombarderos H-6 en un solo día. Pero las salidas han aumentado drásticamente en las últimas semanas”, confirmó el ministro de Defensa taiwanés, Joseph Wu.
China ha incrementado considerablemente el número de sus incursiones al suroeste de la zona restringida de Taiwán en los últimos dos años, pero esta es, con mucho, la mayor incursión de estos aviones con capacidad nuclear. Los orígenes de este bombardero estratégico se remontan al antiguo pesado Tu-16 de la época de la Guerra Fría. Se trata de un reactor casero de tamaño medio con retropropulsión en barrido, que habitualmente realiza diversas misiones tácticas de carácter estratégico tales como operaciones de reconocimiento, bombardeo antibuque y patrulla de vigilancia, además de ser un componente importante de la “trinidad nuclear” de China. Con un alcance máximo declarado de 7.200 km, el PLA se jacta de poder disuadir y atacar eficazmente objetivos tácticos y estratégicos dentro de la primera cadena de islas, e incluso extender el radio de acción a la segunda cadena.
La zona de identificación de defensa aérea taiwanesa es mayor que su espacio aéreo. Incluye parte de China e incluso una porción de la parte continental. Los 23 millones de habitantes de Taiwán viven bajo la amenaza constante de invasión por parte de Pekín. Desde que en 1949 concluyó la guerra civil china entre el comunista Mao y las fuerzas nacionalistas de Chiang Kai-Shek, Pekín se ha reservado el derecho a utilizar la fuerza si es necesario para unificar su “provincia renegada” con el continente.
No es la primera vez que el gigante asiático lleva a cabo ataques aéreos, anteriormente el ejército chino habría enviado 16 bombarderos a la ADIZ de Taiwán en octubre de 2021, y 21 en noviembre de 2022.
Así pues, el país comunista envía a menudo barcos y aviones de combate a través de la línea central del estrecho, que constituye una frontera no oficial entre ambos países. El ejército del aire suele elevar el despliegue de aeronaves cuando China se siente “provocada” por acciones de Taipei, como maniobras militares o una visita extranjera al Estado insular. De hecho, la llegada a la isla de la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, en agosto, provocó la furia china y una oleada en cadena de operaciones bélicas sin precedentes.
Visita de un político japonés
En esta ocasión, la visita de un destacado político japonés es al parecer la causa de la reacción negativa del gobierno chino. Los nipones se reunieron este fin de semana con la presidenta taiwanesa, Tsai Ing-wen, y exhortaron a Pekín al no uso de la fuerza en el Estrecho. El Ejército japonés a su vez anunció haber puesto sus aviones de combate en estado de alerta debido a “una supuesta violación del espacio aéreo japonés sobre el Mar de China Oriental”.
Tokio alberga importantes bases militares estadounidenses, incluida la de Okinawa, a un corto vuelo de Taiwán, que sería crucial para cualquier apoyo estadounidense durante un ataque chino.
Prohibición de alimentos taiwaneses
Citando al “Straits Times”, este último ataque se produce después de que el Gobierno de Taipei acusara a Pekín de violar las normas comerciales internacionales, tras una nueva prohibición de importación de alimentos, bebidas, alcohol y productos pesqueros taiwaneses por parte de China la semana pasada.
La comunidad internacional mira con recelo las continuas escaladas militares en la zona. Y más desde que el pasado 29 de noviembre el Pentágono estadounidense publicó su informe anual, en el que analiza la evolución de las fuerzas armadas chinas. Este documento ha suscitado un gran interés, mientras el Gobierno chino ha reaccionado con dureza a su publicación, mostrando abiertamente su oposición y descontento. De hecho, el portavoz del Ministerio de Defensa Nacional chino, el coronel Tan Kefei, alegó de forma evocadora que “distorsiona la política de defensa nacional y la estrategia militar de China, especula sin fundamento sobre el desarrollo militar e interfiere groseramente en los asuntos internos de China sobre la cuestión de Taiwán”.
La última edición, titulada “2022 Reporte sobre Desarrollos Militares y de Seguridad que Involucran a la República Popular China”, contiene algunas actualizaciones sorprendentes desde la anterior, publicada 13 meses antes. Lo más sorprendente es que Pekín ha adoptado abiertamente el armamento nuclear. En la actualidad se calcula que tiene unas 400 cabezas nucleares, si bien el Departamento de Defensa de Estados Unidos (DoD) predijo que tendrá 1.500 cabezas en 2035. De este modo, el Ejército Popular de Liberación triplicará su arsenal nuclear en tan sólo una década.
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