Israel y Gaza intercambian ataques tras la letal operación antiterrorista en Cisjordania

Tras la redada masiva delEjército israelí en Yenín que causó nueve muertosel jueves, toda la atención se centró en lo que podría ocurrir en la frontera de Israel con laFranja de Gaza. Las facciones armadas palestinas cumplieron su promesa de responder a lo que catalogaron como una “masacre”, y dispararon una decena de proyectiles desde la franja costera, que no causaron muertos ni heridos en territorio israelí.

Durante la madrugada del viernes sonaron las alarmas antiaéreas en las comunidades israelíes fronterizas y en la ciudad de Ashkelon. De inmediato se activaron las baterías antimisiles “Cúpula de Hierro”, que lograron interceptar cuatro misiles. Otros tres cayeron en terrenos abiertos, y tres o cuatro no lograron pasar la frontera.

“En respuesta a los misiles lanzados desde Gaza, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) bombardearon un túnel subterráneo de fabricación de proyectiles, perteneciente al grupo terrorista Hamás”, comunicó el portavoz militar israelí. Fuentes locales gazatíes contabilizaron unos 13 ataques aéreos. Ministros del gobierno exigieron más mano dura, y pasar de los ataques a infraestructuras a asesinatos selectivos de altos cargos del grupo islamista. Hazem Qassem, portavoz de Hamás, afirmó que “continuaremos con el deber de defender al pueblo palestino y sus lugares sagrados. Seremos su escudo y su espada”. Ninguna de las facciones reivindicó los misiles disparados ayer.

Por su parte, el ministro de Defensa de Israel, Yoav Gallant, recalcó que ha dado órdenes a las Fuerzas de Seguridad para que estén «preparadas para la acción» en caso de que «sea necesario seguir actuando».

Pese a las amenazas de la Yihad Islámica y Hamás, el lanzamiento de cohetes fue tan solo una respuesta simbólica, y durante la jornada se mantuvo la calma tensa en Gaza, Cisjordania y Jerusalén. A diferencia de lo que ocurre en escaladas bélicas de mayor envergadura, el ejército israelí mantuvo abiertos los cruces fronterizos de Erez y Kerem Shalom, por donde ingresan diariamente a Israel trabajadores palestinos y camiones de mercancías. También se mantuvo la rutina del sistema educativo o los comercios de los poblados israelíes fronterizos.

”Estos breves estallidos son normalmente el precedente de una guerra, y no la queremos. Solo deseamos vivir en paz y estabilidad, lo que sufrimos ya es bastante”, explicó Anas Abu Mualiq desde Gaza.

Ante la furia desatada en Cisjordania, la Autoridad Nacional Palestina (ANP) anunció ayer el cese de la cooperación de seguridad con las fuerzas de seguridad israelíes. Previos anuncios similares fueron revertidos rápidamente, ya que la élite de la ANP –vista como un ente colaboracionista por la mayoría de su población- se beneficia de mantener el status quo vigente.

”La coordinación de seguridad con el gobierno de la ocupación ya no existe”, confirmó el portavoz del presidente Mahmud Abas, que avisó sobre la intención de presentar querellas sobre la redada en Jenín ante el Consejo de Seguridad de la ONU y la Corte Penal Internacional. Durante el jueves se registró una décima víctima por fuego israelí cerca de Ramala, y desde el inicio de 2023 ya son 30 los palestinos muertos en Cisjordania. Acorde a la versión israelí, las FDI lograron desmantelar una “bomba de relojería” a punto de estallar en Yenín, tras recibir información de inteligencia precisa sobre una célula que planeaba inminentes ataques sobre colonos o soldados.

En plena escalada de tensión, el director de la CIA aterrizó el jueves en Tel Aviv, y los próximos días mantendrá reuniones con líderes políticos y de inteligencia de los dos bandos para intentar calmar el terreno. “Creemos que las partes deben mantener, e incluso incrementar, la coordinación de seguridad”, declaró una fuente de la secretaría de estado norteamericana.