
Aumenta la grieta
Argelia afirma que no cederá ante "presiones" ni "amenazas" de Francia
El país norteafricano y el galo viven una grave crisis diplomática sin precedentes desde 1962 que no parece tener, de momento, solución

Tras la petición del presidente francés, Emmanuel Macron, a su Ejecutivo de suspender los acuerdos de 2013 con Argelia, que eximen de visados a argelinos titulares de pasaportes diplomáticos, la respuesta de las autoridades de Argelia ha sido firme este jueves: no van a ceder ante «presiones» ni «amenazas» de Francia.
En un comunicado difundido por el Ministerio de Exteriores, han asegurado que ante la suspensión unilateral del acuerdo por parte de Francia, Argelia responderá de manera recíproca con diplomáticos del territorio galo, una decisión que notificará "sin demora" a Macron por vía diplomática. "Los visados concedidos a los titulares franceses de pasaportes diplomáticos y de servicio estarán sujetos a las mismas condiciones impuestas por Francia a sus homólogos argelinos".
Argelia y Francia viven una grave crisis diplomática sin precedentes desde 1962, cuando Argelia alcanzó la independencia. A mediados del mes de abril, la expulsión recíproca de un total de 24 diplomáticos, doce de cada lado, tensionó las relaciones entre París y Argel casi hasta la ruptura. El pasado 26 de julio, Argelia convocó al encargado de negocios francés en la nación norteafricana para pedir explicaciones por las "persistentes" restricciones en la recuperación de valijas diplomáticas y extendió medidas recíprocas a funcionarios consulares del país galo. Las expulsiones diplomáticas fueron la gota que colmó unas relaciones mermadas desde el cambio de postura oficial de Francia respecto al Sáhara Occidental durante el verano de 2024, con la consideración de Macron de que el futuro del Sáhara Occidental “se inscribe en el campo de la soberanía marroquí” y que el plan de autonomía de Rabat constituye “la única base para una solución política justa”.
La tensión se incrementó aún más con la detención del escritor francoargelino Boualem Sansal, a quien se había concedido la nacionalidad gala hace un año. Se trata de uno de los autores más leídos en lengua francesa y una voz muy crítica contra el Gobierno de Argelia.
El ministro del Interior francés, Bruno Retailleau, ha reprochado en numerosas ocasiones que Argelia rechace a los inmigrantes que París envía de vuelta a este país al pesar sobre ellos una orden de expulsión del territorio francés. El Gobierno anunció que revisará los acuerdos de 1968, que facilitaban la llegada y permanencia de argelinos en Francia, tras la independencia del país.
Argelia acusa al Gobierno de Macron de no cumplir sus compromisos con el acuerdo de 1968, relativo a la circulación, el empleo y la residencia en Francia de nacionales argelinos y sus familias, ni con la convención consular argelino-francesa de 1974. Sus autoridades han asegurado que, desde el comienzo de la crisis entre ambos países en mayo de 2024, Argelia adoptó reacciones que se ajustaron "rigurosamente" a la aplicación del principio de reciprocidad.
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