Naciones Unidas
La alemana Annalena Baerbock será la quinta mujer en presidir Asamblea General de la ONU
La germana ha ganado la votación con una amplísima mayoría y tan solo catorce abstenciones
Este lunes, la exministra de Asuntos Exteriores (2021-25) de Alemania, Annalena Baerbock, ha sido elegida como la próxima presidenta de la Asamblea General de la ONU (Organización de las Naciones Unidas) para el 80 periodo de sesiones que arranca el próximo septiembre.
Así, Baerbock habría logrado el apoyo de 167 países (aunque tan solo necesitaba una mayoría simple de 88 votos) frente a los tan solo siete votos que obtuvo su compatriota Helga Smith. Tan solo catorce países se abstuvieron en el proceso de votación, que se llevó a cabo de forma secreta.
La candidatura de la nueva presidenta germana, de 44 años de edad, había sido ya ampliamente negociada y consensuada en el seno de los países de la Unión Europea (UE). No hubo sorpresas, ya que este año el puesto de responsabilidad debía ser ocupado por el grupo de países "Europa Occidental y otros".
Antes que Baerbock, tan solo cuatro mujeres han ocupado el cargo de presidente del órgano donde se sientan los 193 países, y ello pese a que este cargo se renueva cada año y ha habido por consiguiente 79 presidentes por otros tantos periodos de sesiones. La última mujer en ocupar el cargo fue la ecuatoriana María Fernanda Espinosa, elegida para el periodo que comenzó en septiembre de 2018.
Mientras que la Asamblea General ha tenido, con Baerbock, cinco mujeres electas, nunca ha habido una mujer al frente de la secretaría general, que es el máximo órgano ejecutivo e institucional, y cada vez surgen más voces que apremian a los países miembros a dar ese paso altamente simbólico cuando el actual secretario general, António Guterres, termine su mandato a fines de 2026.
La ONU tiene entre sus Objetivos de Desarrollo Sostenible (u objetivos del milenio) hacer avanzar la igualdad de género y el empoderamiento femenino, así como "garantizar la participación de la mujer en todos los aspectos de la vida", pero no predica exactamente con el ejemplo. Ello se debe, como recuerda siempre el secretario general, a que las decisiones en Naciones Unidas las toman en última instancia los Estados miembros.