Tensión en Asia

La dura advertencia de la hermana de Kim Jong Un tras lanzar dos misiles cerca de las aguas de Japón

Kim Yo Jong amenaza con convertir el Pacífico en un "campo de tiro" después del despliegue de F-35 y F-16 de EEUU y Corea del Sur en la zona

La península coreana vuelve a ser foco de alta tensión nuclear. La poderosa hermana de Kim Jong Un instó el lunes a Estados Unidos a estar preparada para defenderse, porque Corea del Norte está aumentando la potencia de sus armas nucleares y amenazó con convertir el Pacífico en un "campo de tiro", en un día en el que el lanzamiento de dos nuevos misiles elevó al máximo las tensiones en la región Asia-Pacífico.

La Guardia Costera de Japón confirmó el lunes que Pyongyang había disparado dos misiles balísticos de corto alcance hacia aguas japonesas. Esto se produjo después de que el ejército norcoreano disparó otro misil balístico intercontinental (ICBM) Hwasong-15 el pasado sábado. Ese ensayo llevó a Estados Unidos a realizar su propia demostración de fuerza, haciendo volar sus bombarderos supersónicos de largo alcance junto con aviones de guerra surcoreanos y japoneses.

Japan and US fighters in joint training in reaction to North Koreas missle launch
Japan and US fighters in joint training in reaction to North Koreas missle launchJAPAN'S DEFENSE MINISTRY JOINT SAgencia EFE

Kim Yo Jong, hermana del líder norcoreano y vicedirectora del Departamento del Comité Central del Partido de los Trabajadores, advirtió con ferocidad a Washington que su país reaccionaría ante cualquier "amenaza directa o indirecta". "La frecuencia del uso del Pacífico como campo de tiro depende de la acción de las fuerzas estadounidenses", rezaba un comunicado de la influyente figura, a la que se considera posible sucesora de su hermano mayor. "Afirmamos una vez más que no hay cambios en nuestra voluntad de hacer que los peores maníacos de la escalada de tensiones paguen el precio de su acción".

Se cree que estos dos últimos misiles cayeron en el Mar de Japón, en aguas fuera de su zona económica exclusiva (ZEE), que se extiende a 200 millas náuticas (370 kilómetros) de su costa. Los medios estatales norcoreanos confirmaron más tarde que el país había disparado dos proyectiles desde un lanzacohetes múltiple "supergrande" como medio de "ataque nuclear táctico", que "puede reducir a cenizas el aeródromo operativo del enemigo". Ya en diciembre, Kim describió el lanzacohetes de 600 mm como un "arma ofensiva" capaz de transportar bombas nucleares tácticas a cualquier punto del Sur de Corea.

Kim Yo Jong, hermana del presidente de Corea del Norte Kim Jong Un
Kim Yo Jong, hermana del presidente de Corea del Norte Kim Jong UnJorge Silva/pool

El Norte confirmó finalmente el lanzamiento del misil balístico intercontinental, y lo calificó de "simulacro de lanzamiento repentino" para demostrar una "prueba real" de la capacidad de "contraataque nuclear mortal" del país. El disparo del ICBM Hwasong-15 -uno de sus misiles de largo alcance más potentes- cayó en aguas a unos 200 kilómetros de la isla Oshima de Hokkaido, dentro de la ZEE japonesa.

Tras desmentir unos informes estadounidenses sobre el fallo de la ojiva del misil balístico intercontinental disparado el fin de semana, la hermanísima norcoreana tachó de "estúpidos" a los expertos nucleares y reafirmó que estas armas constituyen una amenaza para Norteamérica. "Ese argumento, esgrimido por esos novatos que carecen del mencionado sentido común y pretenden ser expertos, no cambiará de hecho la crisis a la que se enfrentan junto a Corea del Sur", afirmó Kim Yo Jong.

Después de este último incidente, el primer ministro japonés, Fumio Kishida, solicitó una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. En virtud de una serie de sanciones de la ONU, a Corea del Norte le está prohibido utilizar tecnología de misiles balísticos.

La reanudación de los lanzamientos esta semana es la última demostración de que la brecha de confianza entre los dos vecinos se ha hecho demasiado profunda como para llenarla con demostraciones de fuerza. Seúl, respaldada por Washington y Tokio, impuso nuevas sanciones a Corea del Norte el lunes, haciendo un llamamiento a la diplomacia.

El ministro surcoreano de Asuntos Exteriores, Park Jin, declaró el sábado en la Conferencia de Seguridad de Múnich: "Si Corea del Norte lleva a cabo la séptima prueba nuclear, que podría ocurrir en cualquier momento, supondrá un cambio de juego, dado que podría desarrollar y desplegar misiles nucleares tácticos".

Las relaciones trilaterales entre Japón, Corea del Sur y Estados Unidos mejoraron drásticamente en 2022, impulsadas por un repunte considerable de las provocaciones norcoreanas (incluidos un número récord de lanzamientos en 2022, que algunas fuentes apuntan a más de 100) y la elección del presidente surcoreano Yoon Suk-yeol, que se comprometió a reforzar las relaciones bilaterales entre su país y Japón.

Desde mayo de 2022, han celebrado más de dos docenas de reuniones de alto nivel, incluidos encuentros trilaterales de líderes celebrados al margen de la Cumbre de la OTAN de junio y de la Cumbre de Asia Oriental de noviembre. En particular, la Declaración de Phnom Penh de noviembre de ese mismo año sobre la Asociación Trilateral para el Indo-Pacífico representó un nuevo hito significativo al ampliar el alcance geográfico y abarcar una amplia gama de cuestiones más allá de las amenazas norcoreanas.

Además, Kim Jong Un está considerando la situación internacional, extrayendo lecciones de la guerra en Ucrania o de las tensiones entre Washington y Pekín actualmente muy encrispadas por la crisis de los globos espías entre otros. La situación geoestratégica actual es, en efecto, muy diferente de la que prevalecía en 2017, cuando Pekín y Moscú votaron a favor de reforzar las sanciones económicas contra Pyongyang tras un misil balístico intercontinental (oficialmente), el Hwasongpho-15. Hoy, Kim se siente intocable, considerando impensable que la Casa Blanca, Pekín y Moscú se unan contra él.

La perspectiva de negociaciones sobre la congelación del programa nuclear norcoreano está en punto muerto, ya que Seúl no tiene nada que ofrecer en este ámbito (Yoon Suk Yeol sólo contempla una "ayuda económica masiva" en caso de desmantelamiento del arsenal norcoreano) y Kim reiteró el pasado mayo, que en adelante "las armas atómicas no eran negociables". El uso preventivo también está contemplado oficialmente.