Minas marinas

Los aliados de Estados Unidos se preparan: están mejorando sus capacidades antiminas marinas

La creciente sombra de la armada china, la mayor del planeta, empuja a sus vecinos, Japón y Corea del Sur, a una carrera armamentística para dominar la guerra de minas en las tensas aguas del Pacífico

Grupo de minas marinas de gran tamaño y cilíndricas a punto de ser desplegadas
Los aliados de Estados Unidos se preparan: están mejorando sus capacidades antiminas marinasX

Japón ha decidido mover ficha en el complejo tablero del Pacífico con una contundente demostración de fuerza. Unas maniobras tácticas de guerra de minas en las aguas del Mar de Filipinas, muy cerca de las costas de Taiwán, han puesto de manifiesto la creciente tensión en la zona y la voluntad de Tokio de exhibir su capacidad militar en un enclave de alto valor estratégico.

De hecho, la elección del escenario no parece en absoluto una casualidad. Analistas internacionales interpretan estos ejercicios como una respuesta directa a las actividades navales que Pekín ha estado llevando a cabo en el Canal de Bashi, un paso marítimo de enorme valor estratégico que separa Taiwán de Filipinas y que se ha convertido en un punto caliente de la geopolítica regional.

Asimismo, la reacción de Tokio no es un movimiento aislado en la región. Su vecino, Corea del Sur, acaba de dar un paso de gigante para modernizar sus capacidades defensivas al recibir su primer sistema aéreo de detección de minas, conocido como ALMDS. Según informa el medio Newsweek, esta tecnología, desarrollada por la firma estadounidense Northrop Grumman, supone un avance cualitativo para las fuerzas de Seúl. Esta adquisición es solo una muestra del avance surcoreano en tecnología de defensa, un campo en el que también compiten para vender algunos de los submarinos más avanzados del mundo.

La respuesta aliada a la expansión naval de Pekín

Este avance tecnológico permite identificar artefactos explosivos desde helicópteros, una capacidad que ya estaba operativa en las armadas de Estados Unidos y Japón. La incorporación de Corea del Sur a este selecto grupo no solo agiliza la neutralización de amenazas submarinas, sino que refuerza de manera notable la interoperabilidad con sus principales aliados ante un posible conflicto. Este refuerzo en la cooperación aliada responde a una modernización militar china que no se limita al ámbito naval, pues Pekín también está implementando nuevas tecnologías en sus tanques.

Al fin y al cabo, el telón de fondo que explica esta escalada es el imparable crecimiento de la Armada china, considerada ya la más numerosa del mundo con una flota que supera los 370 buques. La sombra de este gigante naval es lo que está empujando a las potencias regionales, en sintonía con Estados Unidos, a una carrera por el dominio de las aguas del Pacífico que no ha hecho más que empezar.