Análisis
“La victoria de Boric en Chile refuerza la tendencia a la izquierda de la política latinoamericana”
El analista político Gilberto Cristian Aranda habla para LA RAZÓN sobre la victoria de Gabriel Boric en las presidenciales de Chile
-¿Habrá alguna corriente dominante dentro del futuro gobierno de izquierdas?
-Se trata de un gobierno de izquierdas, con tres corrientes claras dentro de la nueva coalición oficialista, que para efectos de la segunda vuelta electoral acogió a distintos partidos de la izquierda y centro izquierda tradicional de los últimos 30 años. El lunes, durante su visita al Palacio de La Moneda, el presidente electo anunció que nominaría su gabinete el 22 de enero y sólo adelantó que sería paritario en el género y con presencia de juventud y experiencia. Seguramente hacia esa fecha sabremos más del tipo de gobierno que asume aunque es clara la voluntad transformadora. Para sacar adelante proyectos requerirá el concurso de las denominadas fuerzas progresistas en el Congreso y negociación con la futura oposición. Además, el cambio constitucional podría traer cambios en la estructura y funciones del Congreso, pero no antes de 2 años.
-¿La victoria de Boric supondrá un nuevo empuje de la izquierda latinoamericana?
-Pienso que el mapa latinoamericano luce más fragmentado que hace un par de décadas. Ante la posibilidad de un par de años más recesivos post pandemia, es muy difícil pensar en ciclos políticos del tipo «ola rosada» de hace dos décadas. No obstante, el triunfo de Boric refuerza la tendencia a la izquierda de la política latinoamericana que es muy diversa. El líder de la variopinta coalición «Apruebo Dignidad» representa una Nueva Izquierda de corte anti autoritario en lo declarativo, porque no se ve muy cerca de otras experiencias como la venezolana. Pero si se espera aumenté la sintonía con gobiernos como lo de Argentina y Perú, vecinos de Chile.
-¿Podrá el presidente Boric unir la polarizada sociedad chilena?
-No será fácil. La campaña fue muy dura. Existe una parte mayoritaria de la sociedad chilena que está muy esperanzada en los cambios y otra que es una minoría de magnitud considerable que desconfía abiertamente en el proceso que se inaugura en marzo. Hubo gestos cívicos importantes la noche electoral del pasado domingo, como las llamadas telefónicas entre los competidores y con el gobierno, que van en la dirección del reencuentro. Pero aún el ambiente social se siente crispado, por lo que la dinámica de las relaciones dictará el curso que tome la calidad y textura de la convivencia.
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