Incertidumbre

La agenda de Boric eleva el riesgo de un frenazo económico en Chile

Los mercados esperan el anuncio del próximo ministro de Hacienda para ver si el presidente electo gira hacia la moderación o se instala en la radicalidad

El presidente electo chileno, Gabriel Boric, se reúne con la presidenta de la Convención Constituyente, Elisa Loncon
El presidente electo chileno, Gabriel Boric, se reúne con la presidenta de la Convención Constituyente, Elisa LonconELVIS GONZALEZAgencia EFE

Han pasado horas desde que Gabriel Boric, el candidato más joven de la historia de Chile y representante de la coalición de izquierda Apruebo Dignidad, fuera elegido como presidente de la República. Asumirá su nuevo cargo el 11 de marzo de 2022, para cuando haya cumplido 36 años. Ya en calidad de presidente electo fue el lunes invitado al palacio de La Moneda por el actual mandatario, Sebastián Piñera, para abordar temas candentes como el control de la pandemia, las pensiones, medio ambiente, el empleo y la reactivación económica. Piñera ofreció toda la colaboración para que el traspaso de poderes se realice «con plena fluidez, eficacia y que sea muy republicano».

El tema económico ha dado de que hablar, incluso mucho antes de ser elegido Boric, ya que es justamente la eventual inestabilidad económica uno de los principales temores en la ciudadanía, al menos en el universo de votantes de José Antonio Kast, quien perdió con un 44% frente al 55% de su adversario izquierdista.

Fue el mismo Boric quien en su discurso postelectoral hizo un llamamiento al mundo empresarial para trabajar colaborativamente y «construir alianzas y acercar miradas. En esta noche de triunfo, repito el compromiso que hiciéramos durante toda la campaña: expandiremos los derechos sociales y lo haremos con responsabilidad fiscal, lo haremos cuidando nuestra macroeconomía».

Pero el mensaje no calmó a la Bolsa de Santiago, que registró el mismo lunes una fuerte caída y un alza importante en el precio del dólar. El principal indicador local, elaborado por la Bolsa de Santiago, Índice de Precio Selectivo de Acciones (IPSA), abrió con una baja del 7,27% y el dólar se disparó hasta los 872,61 pesos ese día.

Para el socio y gerente de Estudios de Econsult, empresa especialista en gestión de inversiones, finanzas corporativas y asesoría económica, Sebastián Cerda, los activos chilenos, medidos en dólares, valen hoy menos que antes de las elecciones del domingo. «La razón es que el holgado triunfo de Gabriel Boric ha alimentado la expectativa de freno a la economía chilena, asociado a una plataforma de campaña de mayor carga tributaria, y de disrupción del mercado de capitales por la eventual reducción de los fondos previsionales individuales».

Cerda asegura que la reacción negativa en los mercados se ha producido anteriormente con anuncios de aumento de impuestos que incrementan los costes del capital productivo. Recuerda incluso que durante el segundo periodo de Gobierno de la ex presidenta Michelle Bachelet, un anunció del incremento de la carga tributaria de 1/3 de lo propuesto en el programa gubernamental generó una contracción del 4% en la inversión. «Extrapolando, eso podría significar una caída brusca en el componente de inversión del PIB, con lo cual 2022 será un año de crecimiento nulo”, vaticina.

Coincide en su análisis con el experto de Econsult, el economista, académico y consultor Jorge Gajardo, quien confirma que la reacciones de los mercados es algo esperable después de que la coalición de izquierda ganara las elecciones, principalmente porque dentro de su programa de Gobierno ya había asegurado un impulso concreto para transformar estructuralmente el modelo neoliberal.

El experto, además, confirma que el triunfo de Boric genera incertidumbre y volatilidad. «Sin perjuicio de lo anterior, el proceso de instalación del nuevo Gobierno se inscribe en un itinerario institucional, que permite prever un tránsito ordenado y legitimado socialmente. En el caso de las acciones, por ejemplo, están subvaluadas por lo que en el mediano plazo deberán volver a valores acordes con la rentabilidad esperable para las compañías una vez avanzada la recuperación económica», explica a LA RAZÓN.

Gajardo argumenta, asimismo, que las primeras señales debiesen darse con la presentación de los ministerios de Hacienda y Economía, que deben dar signos de «gradualidad y realismo». Los mercados esperan que el nombramiento de los futuros ministros anticipen un giro hacia la moderación del presidente electo, en vez de optar por la radicalidad de sus mensajes electorales.

Más impuestos

Respecto al futuro, el economista Sebastián Cerda se muestra optimista respecto a la paz social, pero «preocupado sobre el dinamismo de la económica de crecimiento de los salarios de la población». Para el economista Jorge Gajardo, el gran desafío de los próximos años será ordenar las cuentas fiscales, muy golpeadas de la pandemia de covid 19 y el estallido social de 2019, aunque indica que pese a ello el nivel de deuda del país es bajo y Chile cuenta con instituciones sólidas en materia fiscal y monetaria.

«Será fundamental un nuevo pacto tributario que permita enfrentar la coyuntura con cuentas ordenadas, y ello depende mucho de la voluntad de la oposición para llegar a un acuerdo que de viabilidad y financiamiento a la construcción de un nuevo Estado social de derechos que responda a las expectativas ciudadanas», concluye. Para financiar ese programa social, se ha anunciado un incremento de la presión fiscal de 8 puntos del PIB chileno, que pasaría de alrededor del 21% a cerca del 30%. Chile podría dejar de ser la locomotora de América Latina.

Para ello, el programa del líder izquierdista propone un alza en el impuesto del IRPF que afectaría a las rentas altas, una reducción de exenciones, nuevos impuestos a la riqueza, nuevos impuestos verdes, un recargo a las empresas dedicadas a la minería de cobre y la persecución de la evasión y elusión fiscal.