Elecciones presidenciales
La izquierda de Jara y la derecha de Kast se imponen en Chile: se enfrentarán en la segunda vuelta
La candidata comunista pasaría a una segunda vuelta en las elecciones presidenciales para medirse con el conservadurismo
Chile vivió ayer una jornada de alta tensión política y social, al celebrar unas elecciones presidenciales y legislativas cruciales. El país elegía nuevo presidente, renovaba la totalidad de la Cámara de Diputados, y parcialmente el Senado, bajo un panorama polarizado, el voto obligatorio y la sombra de un giro político tras años de inestabilidad y desencanto social liderado por el progresismo del presidente Gabriel Boric.
A las ocho de la mañana, (12:00 en la España peninsular), las mesas de votación abrieron en todo el país, a la espera de cerca de 16 millones de ciudadanos, todos obligados a sufragar según la actual normativa chilena. El ambiente, marcado por cielos despejados y altas temperaturas, facilitó una afluencia temprana a los centros de votación, jornada que como es tradición, se llevó a cabo sin mayores incidentes.
Para la presente elección, no solo estaba en juego la jefatura del Estado. Los chilenos elegían también 155 diputados y 23 senadores en comicios que esta vez, por la obligatoriedad, introducía nuevas variables en la participación ciudadana y podría alterar los equilibrios parlamentarios. De hecho, la gran incógnita radicaba en cómo este mecanismo impactaría en los grupos que habitualmente se abstienen de votar, especialmente entre los jóvenes y sectores vulnerables, tradicionalmente esquivos a las urnas.
La contienda presidencial tuvo como protagonistas a Jeannette Jara, candidata comunista y abanderada del oficialismo; José Antonio Kast, líder de la derecha conservadora; muy de cerca, Johannes Kaiser, del Partido Nacional Libertario, representante de la ultraderecha; así como Evelyn Matthei, figura de la derecha moderada vinculada al Partido Demócrata Independiente.
Los ejes de la campaña giraron, en gran medida, en torno a la seguridad ciudadana, crisis en el sistema de salud, temor a la delincuencia, gestión migratoria y dificultades económicas, asuntos que desplazaron al tradicional debate sobre reformas estructurales o constitucionales. El debate sobre el modelo de desarrollo y los derechos sociales que protagonizó las elecciones precedentes dejó paso a discursos centrados en el orden, la mano dura y la migración.
Resultados con el 98% escrutado
Según los datos del Servicio Electoral de Chile (Servel) que compartía EP, la exministra de Trabajo y candidata del Pacto Unidad por Chile ha alcanzado un 26,8% de los votos, mientras que Kast ha aglutinado el 23,9% cuando el escrutinio se aproxima ya el 98 por ciento. Por detrás, y por tanto fuera de la segunda ronda, han quedado Franco Parisi, del Partido de la Gente (centro-derecha, 19,7%); el libertario conservador Johannes Kaiser, del Partido Nacional Libertario (PNL, con un 13,9%), y Evelyn Matthei, de la coalición Chile Grande y Unido que lidera su formación, la conservadora Unión Demócrata Independiente (UDI, 12,5%).
Las encuestas apuntaban a la presencia de Jara en la segunda vuelta, prevista para el próximo 14 de diciembre, pero el apoyo de Matthei y Kaiser al segundo candidato frente al oficialismo podría provocar la derrota de la otrora ministra en el Gobierno presidido por Gabriel Boric.
La conservadora, que ha sido la primera de los aspirantes en comparecer una vez han ido trascendiendo los resultados, ha felicitado a los vencedores y ha hecho un llamamiento a sus votantes para que apuesten por Kast en la siguiente convocatoria, subrayando que "es súper importante que no continúe este Gobierno en el poder". "Tenemos demasiados problemas, problemas en materia de seguridad, en economía, en falta de empleo, en un presupuesto que está totalmente desfinanciado, tenemos además una entrada absolutamente descontrolada de migrantes", ha esgrimido en un discurso recogido por el diario 'La Tercera'.
En la misma línea, Kaiser ha declarado su respaldo al segundo ganador de la noche electoral y ha prometido "velar porque esos principios que (...) han adoptado otros partidos políticos y que provenían de nuestro programa, se cumplan efectivamente". "Damas y cabellos, el PNL acaba de llegar, no tiene ninguna intención de irse y va a seguir ocupando su espacio, el espacio que legítimamente se ha ganado en el ecosistema político de nuestro país", ha asegurado, al tiempo que ha defendido el desarrollo "lo más limpio posible" de la campaña electoral.
Frente a ellos, el candidato del Partido de la Gente ha evitado comprometer su apoyo a ninguno de los presidenciables, alegando que "no ando firmando un cheque en blanco a nadie. Les tengo una mala noticia a Kast y a Jara, gánense los votos, gánense la calle". En este sentido, Parisi ha señalado que "son ellos quienes tienen que ganarse la opinión de la gente y el PDG, no al revés" y ha señalado que espera que ambos "cambien un poco el estilo" en un nuevo escenario electoral que ha lamentado, considerando que "no son buenas las situaciones esquinas".
"Creemos que no es bueno que (...) se haga una apología tanto a (Salvador) Allende como a (Augusto) Pinochet, eso no representa a Chile", ha sostenido en una intervención de la que se ha hecho eco 'La Tercera' y en la que ha asegurado, con todo, su disposición a "conversar en el momento adecuado y en los términos abiertos que estamos buscando" con el sucesor o sucesora de Boric. Por su parte, el mandatario chileno ha felicitado a los dos candidatos vencedores de esta primera ronda en su cuenta de la red social X, donde ha tenido palabras para los cuerpos y fuerzas de seguridad y otras instituciones que "resguardaron el desarrollo de este acto democrático" y al Servel y vocales de mesa por su "trabajo intachable".
"En la conciencia y en el voto libre e informado de cada uno y una de ustedes se juega esta fundamental decisión. La patria, la historia y el destino común que somos se forja día a día, en democracia, hoy, mañana y siempre", ha reclamado, después de enviar un "saludo" a los electores que acudieron "masivamente" a las urnas, pese a que es obligatorio desde que lo estableciera el Congreso en 2022.
Encuestas y polarización
Chile es reconocido por sus procesos electorales ordenados. El Servicio Electoral (Servel) preveía ofrecer los primeros cómputos oficiales entre las 20:00 y las 21:00 horas locales (medianoche o 1:00 de la madrugada en España), siguiendo una tradición de transparencia que contrasta con la lentitud en otros países de la región. El cierre de mesas estaba previsto para las 18:00 (22:00 en España), y se anticipaba una rápida consolidación de tendencias gracias a la eficiencia del escrutinio y la transmisión digital de resultados.
Pablo Mahu (37 años) aseguraba en declaraciones a LA RAZÓN que las elecciones en Chile suelen desarrollarse de manera expeditiva y tranquila, aunque sabía que la jornada podía revelar sorpresas: «Si se cumplen las encuestas, Jara ganaría en primera vuelta y Kast quedaría segundo, con Kaiser como posible sorpresa. La duda es cuánta distancia habrá entre Jara y Kast porque ella carga con la baja aprobación del Gobierno, mientras él aparece para muchos como ‘el cambio’, especialmente en temas como seguridad, migración y economía», declaró.
Lorena Montesinos (43 años) también coincidía con que el ambiente sería tranquilo y con alta participación ciudadana, «especialmente porque es la primera elección presidencial con voto obligatorio en muchos años. Sin embargo, las encuestas muestran un escenario preocupante de fuerte polarización, muy distinto a los años 90 y 2000, cuando el país avanzó gracias a acuerdos amplios desde el centro».