IA

Yann LeCun, padre del deep learning y científico jefe de Meta, habla claro del futuro de la IA: “La próxima generación de inteligencia artificial debe entender el mundo físico, no solo predecir palabras”

La salida de Yann LeCun de Meta abre un debate sobre el rumbo de la inteligencia artificial y la tensión entre la investigación a largo plazo y la presión comercial de las grandes tecnológicas

Yann LeCun durante la ponencia en el evento de Nvidia
Yann LeCun, pionero del deep learning, deja Meta para fundar su propia startup y reivindicar una IA que vaya más allá de los chatbots y la carrera comercialNvidia

Yann LeCun no necesita presentación en el universo de la inteligencia artificial. Su nombre está escrito en la historia de esta tecnología como uno de los arquitectos del deep learning, esa rama del aprendizaje automático que dio a las máquinas la capacidad de reconocer patrones complejos en imágenes, textos o sonidos gracias a redes neuronales profundas inspiradas en el cerebro humano.

Y que durante más de una década ha sido la brújula científica de Meta, el referente tecnológico dentro de una empresa que vive de la velocidad y la eficiencia. Pero ahora, a sus 65 años, se prepara para un giro que suena tanto a despedida como a un nuevo desafío: abandonar la compañía y apostar por su propia startup, con la intención de cerrar su carrera profesional dejando una huella aún más grande en la historia de la IA.

La idea del científico no responde únicamente a un interés empresarial, sino que es también una declaración de intenciones. Hoy en día, Meta, al igual que muchas otras empresas, ha apostado por la velocidad y por la carrera comercial de la IA generativa.

Los límites y el futuro de la inteligencia artificial

Y lo más preocupante, pero esperable, es que en ese proceso, se ha dejado de lado uno de los propósitos más importantes de cualquier tipo de investigación: el estudio a largo plazo, siempre con el objetivo de sacar el máximo potencial al objeto de estudio.

Ahí es donde la perspectiva de LeCun choca con lo que las grandes empresas proponen en la actualidad: el trabajador de Meta nunca ha creído que la inteligencia artificial deba limitarse a producir respuestas rápidas o textos convincentes, sino que puede ir mucho más allá.

En sus propias palabras: “La próxima generación de inteligencia artificial debe entender el mundo físico, no solo predecir palabras”. Esta crítica nos recuerda que la culpa no es de la IA en sí, ya que bien utilizada puede aportar grandes beneficios a la sociedad, sino del rumbo que la sociedad le está imponiendo.

En un mundo capitalista, todo acaba por capitalizarse, y las grandes empresas tecnológicas son las principales responsables de haber tomado un camino en el que lo único importante es producir masivamente y ser las primeras en lanzar una nueva versión.

Esto ha dado lugar a la situación actual: un mercado saturado de chatbots y modelos repetitivos que imitan el lenguaje, pero incapaces de comprender la realidad que habitamos. Así, parece que se pretende imponer un límite artificiala una tecnología que, desde sus inicios, mostraba un potencial sin límites.

Es por eso que la IA no puede quedarse en un simple juego de palabras. Si queremos que sea realmente útil, debemos lograr que sea capaz de mirar, recordar y razonar.

Mientras otros corren por lanzar el próximo modelo, LeCun insiste en que lo importante es construir sistemas que comprendan la realidad y nos ayuden a solucionar problemasreales.