Crisis en Israel

Netanyahu da marcha atrás en plena crisis y mantiene en el cargo a su ministro de Defensa

El primer ministro israelí había anunciado hace dos semanas la destitución de Yoav Galant por pronunciarse en contra de sus plazos para reformar la judicatura

Netanyahu compareció a última hora de la tarde del lunes para mandar un mensaje de autoridad en mitad del caos que amenaza con noquear a Israel a cuenta de su polémica reforma judicial, los intercambios de misiles con los grupos armados del sur del Líbano, Siria y Hamás en la Franja de Gaza o los recientes atentados palestinos registrados en Tel Aviv y Cisjordania. El veterano primer ministro tiene ante sí un panorama que amaga con disolver su imagen de garante de la seguridad, una percepción que ha sido durante años su principal activo político.

Bibi escogió la sede de las Fuerzas de Defensa Israelíes (FDI) en Tel Aviv para pronunciar un discurso más enfocado en combatir a sus adversarios internos que a sus enemigos externos. En poco menos de media hora, responsabilizó a la oposición de las tensiones con Hizbulá y Hamás, criticó al Gobierno anterior por sellar con el Líbano un acuerdo histórico para delimitar sus fronteras en el Mediterráneo oriental y revocó el cese de su ministro de Defensa, Yoav Galant, que en realidad nunca llegó a abandonar el gabinete.

Netanyahu aseguró además que el país se encuentra “bajo ataque terrorista” tras las últimas ofensivas aéreas lanzadas desde Siria, la Franja de Gaza y el sur del Líbano sobre Israel, en respuesta a la irrupción de la Policía israelí en la mezquita de Al Aqsa y el posterior desalojo de las decenas de fieles que se encontraban rezando en el interior del templo. Las FDI no tardaron en devolver los misiles. Pero Netanyahu atribuyó los ataques al estallido de una crisis política y social inédita como consecuencia de las protestas multitudinarias en contra de su reforma judicial.

En concreto, Netanyahu señaló al líder de la oposición y ex primer ministro, Yair Lapid. “Cuando declaras que Israel se está derrumbando, ¿cómo crees que lo perciben nuestros enemigos? Oyen, ven y escriben… Creen que pueden enfrentarse a nosotros, con el terror combinado del Líbano, Siria y Gaza”, dijo en referencia a las declaraciones del líder del liberal Yesh Atid (Hay Futuro, en español), que encabeza los últimos sondeos.

En contraposición a Lapid, el actual primer ministro sacó músculo. “Estamos tomando medidas en todos los frentes. Hemos atacado lugares de los regímenes iraní y sirio en Siria, hemos atacado la infraestructura de Hizbulá en el Líbano y hemos desplegado 50 toneladas de bombas en Gaza”, subrayó un Netanyahu que intentó tranquilizar a los suyos: “Restauraremos la disuasión y repararemos el daño que heredamos”.

Bibi se vio obligado a hacer oposición a la oposición. La reciente encuesta del canal de televisión hebreo Channel 12 sitúa a su partido, el conservador Likud, por detrás del liberal Yesh Atid y del centrista Unidad Nacional, del exministro de Defensa Benny Gantz. En caso de que hubiera elecciones, perdería 12 escaños y la actual mayoría parlamentariaque sostiene desde el pasado 1 de noviembre su Gobierno, el más escorado a la derecha de la historia de Israel. La situación es crítica para sus intereses, por eso decidió pasar al ataque también en la arena política.

Pero se vio obligado a reconocer un gol en propia puerta. Hacia el final de su intervención, Netanyahu anunció la reposición de Yoav Galant al frente de la cartera de Defensa. El ministro le había alertado semanas atrás de la creciente división en el seno de las Fuerzas Armadas en relación con su polémica reforma judicial. Una gran mayoría de los altos mandos del Ejército percibía que los planes del Gobierno de coalición socavaban la independencia de la Justicia. Galant simplemente transmitió sus dudas a su superior. Primero, en privado. Y, cuando vio que Netanyahu mantenía el envite, en público.

En respuesta, la mitad de los reservistas rechazaron acudir al llamado del Ejército en caso de necesidad. Por eso, Galant se desmarcó de los plazos marcados por el primer ministro. “Nuestros enemigos interpretaron los llamados a negarse [a servir] como una debilidad en nuestra fortaleza nacional”, denunció Netanyahu en su comparecencia. Aunque después confirmó que Galant “seguirá siendo el ministro de Defensa” a pesar de una serie de desacuerdos que dijo haber “dejado atrás”. Gallant, con una dilatada experiencia militar a sus espaldas, devolvió el guiño en un tuit: “Continuamos juntos con toda la fuerza, por la seguridad de Israel”.

“La protesta nacional es la única razón por la que Netanyahu decidió mantener a Galant. En este sentido, está claro que Netanyahu no es apto para ser primer ministro, está completamente desconectado de la realidad”, responde a este medio Josh Drill, portavoz internacional del Movimiento de protestas Umbrella. “Cuando Netanyahu intente pasar de nuevo el golpe judicial, Galant deberá volver a pisar fuerte, aunque sea a costa de ser despedido”. Drill es especialmente crítico con los métodos de Netanyahu, que “usa constantemente amenazas externas para tratar de sofocar la presión interna”. “Pase lo que pase, las protestas nacionales seguirán”, sentencia el activista.