Francia

Batalla campal en el desalojo de ecologistas que ocuparon un aeropuerto abandonado

En el primer día de desalojo fueron expulsados 10 activistas y se destruyeron 13 del centenar de construcciones precarias que habían levantado a lo largo de estos años

Más de 2.500 gendarmes se han encontrado con la resistencia de los okupas
Más de 2.500 gendarmes se han encontrado con la resistencia de los okupaslarazon

En el primer día de desalojo fueron expulsados 10 activistas y se destruyeron 13 del centenar de construcciones precarias que habían levantado a lo largo de estos años.

La gendarmería francesa lanzó ayer una operación masiva de expulsiones en Notre-Dame-des Landes. Unos 2.500 gendarmes participaron en el espectacular dispositivo destinado a desalojar de la zona donde estaban instalados desde hacía una decena de años los llamados « zadistas » (de ZAD, Zona a Defender), que se oponían a la construcción de un aeropuerto en este lugar.

La idea de construcción del aeropuerto, que surgió hace medio siglo, ha sido siempre fuertemente contestada y, a pesar de que en 2016 se celebró una consulta local y los ciudadanos votaron mayoritariamente a favor del mismo, el pasado mes de enero, el primer ministro, Edouard Philippe, anunció que no habría aeropuerto. También dijo que los « elementos más radicales » que hace casi diez años ocupan ilegalmente el terreno serían desalojados esta primavera, y ayer comenzó la operación.

En el primer día de desalojo fueron expulsados 10 activistas y se destruyeron 13 del centenar de construcciones precarias que habían levantado a lo largo de estos años. Todo ello en medio de una batalla bancal entre los gases lacrimógenos y las granadas aturdidoras y de humo que lanzaban los gendarmes como respuesta a las piedras y cócteles molotov que utilizaron los okupas.

El objetivo de los gendarmes era expulsar a todos aquellos « zadistas » que no han regularizado su situación. Aquellos que se han declarado ante las autoridades locales y han presentado un proyecto agrícola podrán permanecer, pero el resto, unas 250 personas y el centenar de squats construidos, serán desalojados a lo largo de los próximos días.

Las reacciones políticas son numerosas y contrastadas. El antiguo líder ecologista y hoy presidente de la Asamblea, François de Rugy saludó « la vuelta del Derecho» y deseó que « las operaciones en marcha permitan restablecer el orden indispensable », su antiguo compañero de filas, Yannick Jadot hablaba ayer de « falta política ». En general, la izquierda criticó el uso desproporcionado de medios y la falta de diálogo. La prefecto de Loire-Atlantique, Nicole Klein defendió por su parte una operación realizada « con discernimiento y con el más estricto respeto del derecho » frente a « individuos que no cesan de violar la ley ».