Siria

Asad descarga su ira contra Alepo

Damasco inicia una gran ofensiva con bombardeos aéreos y de artillería para recuperar el este de la ciudad rebelde y planea un asalto terrestre. La incesante lluvia de proyectiles de las fuerzas sirias y rusas dejan un centenar de muertos y entierran definitivamente el alto el fuego. «Lo que está pasando en esta ciudad siria es una aniquilación», denunció el director de Defensa Civil del grupo de rescate «Cascos Blancos»

Un bebé es rescatado de entre los escombros de un edificio destruido por los bombardeos
Un bebé es rescatado de entre los escombros de un edificio destruido por los bombardeoslarazon

Damasco inicia una gran ofensiva con bombardeos aéreos y de artillería para recuperar el este de la ciudad rebelde y planea un asalto terrestre. La incesante lluvia de proyectiles de las fuerzas sirias y rusas dejan un centenar de muertos y entierran definitivamente el alto el fuego

Un nuevo revés en la guerra siria ha enterrado definitivamente el alto el fuego. Los barrios rebeldes de la ciudad de Alepo quedaron envueltos en llamas tras una incesante lluvia de proyectiles. Decenas de ataques aéreos fueron lanzados ayer por la aviación siria y rusa en Alepo oriental, donde viven más de 200.000 civiles atrapados en el fuego cruzado.

El Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH) reportó más de treinta bombardeos desde primeras horas de la mañana. Las imágenes difundidas por el «Media Center» de Alepo mostraban un infierno en la ciudad. Algunas de las municiones aéreas que lanzaron los helicópteros del régimen eran «bombas de fósforo» que, al estallar, propagaron incendios en las calles, denunciaron activistas. Cerca de un centenar de personas, entre ellos menores, murieron y decenas resultaron heridas por los ataques de los aviones rusos y helicópteros del régimen sobre varios sectores rebeldes de Alepo, según el último balance del servicio de rescate de Defensa Civil de los «Cascos Blancos». El director de la Defensa Civil, Amar al Selmo, denunció que un escuadrón de cinco aviones de combate rusos sobrevolaron la zona. «Lo que está pasando aquí es una aniquilación», denunció el responsable de los «Cascos Blancos». «Hoy (por ayer) el bombardeo es más violento, con un mayor número de aviones», señaló Al Selmo. Según precisó, los bombardeos destruyeron al menos 40 edificios. Entre los alcanzados, según Defensa Civil, figuran tres de sus cuatro sedes. «Los aviones no dejan el cielo, hay helicópteros, barriles bomba, aviones de combate», dijo un testigo a Reuters.

Los ataques aéreos, efectuados mayoritariamente por la aviación rusa, se concentran en los distritos de Al Ferdus, Al Qateryi, Al Sukari, Al Ameria y Al Sheij Said, entre otras zonas orientales. Según el OSDH, el objetivo de la ofensiva del régimen y de las fuerzas rusas es dominar el barrio de Al Sukari y las áreas que quedan en manos rebeldes de Al Ameria y Al Sheij Said.

«El bando de Asad intenta forzar a los civiles a salir de estas zonas fuera de su control para que, una vez vacías, la comunidad internacional no responsabilice a Rusia de asedio a la población», aseguró el observatorio sirio. La intensidad de los bombardeos sobre las zonas rebeldes del este de Alepo responde a la reanudación de una ofensiva a gran escala de las fuerzas gubernamentales en la otrora capital económica siria, anunciada este miércoles por Damasco.

A los bombardeos aéreos y de artillería seguirá un asalto terrestre en los próximos días. «En lo que respecta a los ataques aéreos o con artillería, podrían continuar durante algún tiempo, dependiendo de la situación en el terreno y de las pérdidas de los terroristas», dijeron fuentes militares citadas por la agencia oficial de noticias SANA. «Como cualquier operación militar, comienza con bombardeos aéreos y de artillería preparatorios, y luego viene el trabajo de las fuerzas terrestres en función de los resultados de los bombardeos y su impacto», precisó la fuente castrense. Más de 1.750 efectivos del Ejército sirio de la 106ª brigada de la Guardia Republicana y de la Cuarta División, han sido desplegados para rodear los barrios orientales de Alepo, a la espera del inicio de una ofensiva a gran escala para recuperar el control del este de la ciudad, publicó «Al Masdar News» en su portal web.

Desde el inicio de la ofensiva este miércoles, la aviación siria ha lanzado, con el apoyo de cazas rusos, más de 200 ataques aéreos en los barrios bajo control de la oposición. Se trata de los bombardeos más duros que ha sufrido desde hace meses la ciudad de Alepo. El Ejército prometió ayer que se dará refugio a los civiles que salgan de los barrios orientales y se dirijan a los puestos de las fuerzas gubernamentales, sin que sean arrestados ni interrogados.

Los combates también se intensificaron en toda Siria. Las facciones insurgentes atacaron con proyectiles los barrios gubernamentales. En Al Ramusa, al suroeste de Alepo, los grupos armados intentaban parar el avance del Ejército, que recuperó esta vía de acceso a principios de mes volviendo a sitiar el este rebelde de la ciudad. También se registraron numerosos enfrentamientos en las provincias de Hama y Homs, y en la periferia rural de Damasco, Guta Oriental, controlada por los rebeldes.

En la provincia de Idlib, otros 18 civiles murieron en ataques aéreos –no se pudo precisar si rusos o sirios– contra la población de Jan Shijún. Mientras en el centro del país, el Ejecutivo e insurgentes alcanzaron un acuerdo para evacuar a 350 opositores y a sus familias de Al Waer, el último barrio de la ciudad de Homs que seguía en manos de los rebeldes.

Tregua imposible

Rusia y EE UU congelan su cooperación

El ministro de Exteriores ruso, Sergei Lavrov, urgió ayer a «mantener vivos» los acuerdos sobre Siria alcanzados entre EE UU y su país. Además, recalcó que es necesario separar a la oposición moderada de los grupos terroristas para que los acuerdos tengan éxito, y mantuvo que Washington tiene la principal responsabilidad en ese ámbito. El ministro ruso indicó que «la crisis siria no se resolverá y la lamentable situación humanitaria no se corregirá sin suprimir al Estado Islámico, Al Nusra y sus grupos extremistas aliados». También reconoció que tanto el reciente bombardeo estadounidense sobre tropas sirias, como el ataque contra un convoy humanitario «socavan» esos entendimientos. Por su parte, su homólogo estadounidense John Kerry, señaló que entre ambos diplomáticos había habido «poco progreso».