Diplomacia

China critica la hipocresía de Trump y se posiciona como "ancla de la estabilidad" mientras saca músculo militar en el Pacífico

Pekín refuerza su relación estratégica con Moscú y busca estrechar lazos con Europa para contrarrestar la influencia estadounidense

El ministro de Relaciones Exteriores de China, Wang Yi, criticó con severidad el enfoque de «doble cara» adoptado por Donald Trump hacia Pekín, subrayando la incongruencia en la actitud del presidente estadounidense, quien ha elogiado a Xi Jinping al tiempo que impone aranceles perjudiciales. Wang calificó de «malvados» los gravámenes impuestos con la “excusa” del fentanilo y cuestionó las motivaciones subyacentes de EE.UU. en este contexto. Por otra parte, reafirmó su relación «sin límites» con Rusia, desestimando las insinuaciones de que el acercamiento de Trump a Vladimir Putin pudiera menoscabar los inquebrantables vínculos entre ambas naciones.

A pesar de expresar su respaldo a la paz en Ucrania, Wang se abstuvo de comentar sobre la posibilidad de un despliegue de tropas de mantenimiento de la paz. El mensaje primordial del jefe de la diplomacia china giró en torno a su papel como “ancla de la estabilidad” y motor del desarrollo económico, reiterando su compromiso con la ONU y el Estado de derecho, mientras promueven las relaciones con naciones de Europa, Oriente Medio y África.

Las declaraciones del canciller se produjeron en la clásica rueda de prensa al clausurar las «Dos Sesiones» o «lianghui»: las reuniones anuales del máximo órgano consultivo político de China, la Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino (CCPPC), y del órgano legislativo chino, la Asamblea Popular Nacional (APN).

En vísperas del Día Internacional de la Mujer, Wang reiteró su postura en favor de la igualdad de género. Sin embargo, un análisis de la élite política del país revela una narrativa disonante, marcada por un notable retroceso en la representación femenina. La reciente reestructuración del Politburó en 2022 resultó en la exclusión de mujeres por primera vez en 25 años, evidenciando un significativo deterioro en la representación de género en las esferas de poder. Durante la presentación del objetivo de crecimiento por parte del primer ministro Li Qiang, la imagen que se proyectó fue la de un muro homogéneo de hombres aplaudiendo en las primeras filas, con unas pocas damas dispersas en posiciones más relegadas.

China reafirma su compromiso de proporcionar estabilidad en un entorno global turbulento cada vez más incierto. Según Wang, ni la presión máxima, las amenazas ni el chantaje pueden socavar la unidad de los 1.400 millones de ciudadanos chinos ni detener el avance histórico hacia el gran rejuvenecimiento de la nación. Destacó que el camino hacia un desarrollo pacífico es prometedor y puede garantizar un progreso estable, enfatizando que esta debería ser la elección de todas las naciones.

Además, se comprometió a promover una gobernanza global basada en la consulta amplia, la contribución y el beneficio compartido. En este sentido, subrayó su adhesión a los propósitos y principios de la Carta de la ONU, buscando construir un consenso más amplio para un mundo multipolar que sea igualitario y ordenado. “China se mantiene firme en el lado de la justicia internacional y se opone resueltamente a la política de poder y a la hegemonía. Creemos que los amigos deben ser permanentes y que debemos perseguir intereses comunes”, aseveró.

Camaradería China y Rusia intacta

El canciller defendió que independientemente de cómo evolucione el panorama internacional, “la lógica histórica de la amistad entre China y Rusia se mantendrá inalterada, y su fuerza interna no disminuirá”. Ambas potencias han descubierto un camino de “no alianza, no confrontación y sin dirigirse a terceros” en el desarrollo de sus relaciones, estableciendo un “modelo innovador de vínculos entre grandes potencias que sirve como un ejemplo notable para la interacción entre naciones vecinas”. Asimismo, describió la interacción como “madura, resiliente y estable, que se erige como una constante en un mundo turbulento, alejándose de las variables de los juegos geopolíticos”. Explicó que ambos "lucharon valientemente en los principales teatros de Asia y Europa, con sacrificios inmensos y contribuciones históricas a la victoria de la Guerra Mundial Antifascista”.

Estrategia hacia Europa: contrapeso a la influencia estadounidense

China ve en “el mundo actual” más razones que nunca para confiar en Europa. En este sentido apuntan a que unas relaciones estables y saludables son fundamentales para el éxito mutuo, destacando que este año se conmemora el 50 aniversario de sus lazos. Wang subrayó que el comercio entre ambas partes ha alcanzado los 780 mil millones de dólares y enfatizó que "la experiencia más valiosa es el respeto mutuo". Además, hizo un llamado a fortalecer el diálogo estratégico y la confianza, asegurando que "se pueden manejar los problemas existentes a través de consultas amistosas".

La nación asiática ha dedicado años a cultivar una relación con Europa, con la intención de establecer un amortiguador estratégico frente a la hegemonía estadounidense. Este acercamiento le ha conferido un socio diplomático valioso. Sin embargo, uno de los logros más destacados de la administración de Joe Biden fue el distanciamiento de Bruselas de la influencia china, lo que ha alterado el equilibrio en este delicado entramado. En la actualidad, la posible desatención de Ucrania por parte de Trump está generando una creciente alarma en el bloque de los 27, al mismo tiempo que brinda a Pekín una oportunidad sin precedentes. Un refuerzo en la acogida de las exportaciones chinas por parte de naciones como Alemania y Francia podría representar un respiro para Xi, especialmente en un contexto donde se anticipan mayores aranceles estadounidenses, según Bloomberg.

“Ningún cambio a la fuerza traerá la paz a Gaza"

En el contexto del conflicto en Gaza, el papel de Pekín en la búsqueda de paz y estabilidad en el Medio Oriente cobra relevancia. Wang advirtió que cualquier intento de modificar el estatus de Gaza de forma coercitiva solo servirá para intensificar la inestabilidad en la región. Al reafirmar que " pertenece al pueblo palestino y es una parte inalienable de su territorio", destacó su compromiso con esos derechos.

El ministro también expresó su respaldo al plan de paz propuesto por Egipto, considerándolo un paso crucial hacia la resolución de las tensiones. Subrayó la necesidad de centrarse en una solución de dos estados que permita a israelíes y palestinos coexistir en armonía y respeto mutuo. "Es imperativo que las potencias globales promuevan la asistencia humanitaria y actúen con responsabilidad", concluyó, instando a una cooperación internacional efectiva para lograr una paz duradera en la región.

Cabe recordar que meses antes del asalto de Hamás al sur de Israel en octubre de 2023, Xi propuso la celebración de una conferencia internacional de paz sobre el conflicto palestino-israelí, con la intención de consolidar su imagen como mediador en Oriente Próximo. Sin embargo, desde que estalló la crisis, esa iniciativa ha quedado en suspenso. Las amplias promesas de apoyo de Wang a una Palestina independiente sugieren que China no busca desempeñar un papel más activo en esta crisis.

Mientras tanto, con Trump manifestando su intención de reclamar Gaza y desplazar a los palestinos para construir una Riviera en la franja devastada por la guerra, el mensaje de apoyo de Pekín a los derechos palestinos podría resultar reconfortante en ciertos sectores del ámbito internacional.

La línea roja de Taiwán

Taiwán se erige indiscutiblemente como la cuestión ideológica más significativa para China, constituyendo la línea roja que Xi Jinping enfatiza de manera recurrente. Wang Yi dejó claro que la isla es considerada como parte integral de su territorio soberano, y que cualquier discusión al respecto es inaceptable. Aseguró que respetar la soberanía nacional implica un apoyo inequívoco a la reunificación total de su país, y que la adherencia al principio de una sola China excluye cualquier legitimación de movimientos separatistas en Taipéi. El ministro subrayó su postura intransigente como imperativo histórico: «China se reunificará y debe hacerlo».

Denuncia de la estrategia indopacífica de Estados Unidos

Por otra parte, formuló una crítica incisiva a la estrategia indopacífica de Estados Unidos, afirmando que Asia no debe ser un campo de batalla para la contienda entre grandes potencias. No obstante, es imperativo señalar que, a pesar de la consolidación de relaciones comerciales con China y la consideración de Pekín como su principal socio económico, numerosos países asiáticos manifiestan su deseo de contar con la protección de Washington. Este dilema se torna particularmente agudo en el contexto de naciones del sudeste asiático, como Filipinas, que enfrentan el desafío de una potencial confrontación con China. Manila, respaldada por su tratado de defensa mutua con Washington, encuentra en esta alianza una salvaguarda indispensable para su integridad territorial. Por su parte, Pekín considera la presencia estadounidense como una intrusión inadmisible en lo que percibe como su esfera de influencia soberana, abogando por una política de no intervención en asuntos que estima internos

“El fentanilo: un problema estadounidense”

Pekín ha calificado de «excusa» la justificación presentada por Donald Trump para la imposición y duplicación de aranceles, centrada en la supuesta «falta de esfuerzos» de China para frenar la llegada del fentanilo a EE. UU. Las autoridades chinas argumentan que "la cuestión del fentanilo es un problema inherente a Estados Unidos", advirtiendo que seguir culpando a Pekín es como exigir a otros que se mediquen por una enfermedad que no les corresponde.

Trump ha afirmado que el 90% de las muertes por sobredosis de opioides en su país son atribuibles a esta sustancia, que, según su administración, ingresa principalmente a través de México y Canadá, aunque sus precursores provienen de China.

En respuesta a estas acusaciones, el régimen de Xi emitió un ‘libro blanco’ que detalla las medidas efectivas adoptadas para combatir el uso, contrabando y producción de fentanilo. El documento resalta los «resultados notables» obtenidos en esta lucha y subraya que la cooperación con Washington ha sido «profunda», desafiando así su narrativa.