El comentarista conservador estadounidense Charlie Kirk ha muerto tras recibir un disparo cuando intervenía en un evento multitudinario al aire libre en la Universidad Utah Valley, en Orem, al norte de Provo. Enseguida intervino su equipo de seguridad y, según varios vídeos que circulan por la red, cuando le ayudaron a marchar el activista parecía tener sangre en el cuello.

Según ha informado el FBI, han detenido a la persona sospechosa de perpetrar el asesinato. "El sujeto detrás del terrible tiroteo de hoy que se cobró la vida de Charlie Kirk se encuentra bajo custodia. Agradecemos a las autoridades locales y estatales de Utah su colaboración con el FBI. Les mantendremos informados en cuanto nos sea posible", escribió Patel en su perfil en la red social X.

La universidad canceló las clases hasta nuevo aviso e instó a todo el mundo a abandonar el campus porque de momento iba a cerrar sus puertas.

El evento no contaba con detectores de metales en el acceso, y la seguridad que había era la del propio Kirk. El FBI se ha unido a la investigación del caso, y según su director, Kash Patel, está monitoreando el crimen de cerca. Kirk fue conducido con urgencia a un centro hospitalario sin que los médicos pudieran salvarle la vida.

Un testigo de los hechos explicó al medio de comunicación NBC News que ¨oímos un disparo fuerte y potente, vi que Charlie sangraba mucho, vi que su cuerpo se retorcía y se desplomaba¨, dicjo Justin Hickens. Mientras los asistentes a la charla trataban de huir y se tiraban al suelo para protegerse, el joven testigo ha explicado se dio la vuelta y ¨de repente vi a unos agentes caminando con un señor muy mayor de pelo blanco¨. Hickens ha declarado que ¨lo arrestaron, le pusieron de rodillas y le gritaban sus derechos todo eso. Lo esposaron y lo encerraron¨.

El mismo Donald Trump confirmaba los hechos minutos después de que ocurrieran, y pedía a través de sus redes sociales que ¨todos debemos orar Charlie Kirk, quien recibió un disparo. Un gran hombre de pies a cabeza. ¡Que Dios lo bendiga! ¨.

El comentarista de 31 años y padre de dos hijos es un gran amigo del presidente norteamericano. Le ayudó mucho durante la campaña electoral el año pasado y le acompañó en más de un mitin importante, convirtiéndose en uno de los más destacados influencers que se identifican con el movimiento MAGA (Make America Great Again).