Política

Internacional

Condenan a casi 4 años de prisión a Manafort, el ex jefe de campaña de Trump

Condenan a casi 4 años de prisión a Manafort, el ex jefe de campaña de Trump
Condenan a casi 4 años de prisión a Manafort, el ex jefe de campaña de Trumplarazon

Paul Manafort, el hombre que llegó en 2016 para tomar los mandos de la campaña electoral de Donald Trump, el tipo que supuestamente inyectaría una necesaria dosis de madurez y que lograría el milagro de modular los mensajes más asilvestrados del entonce candidato, ha sido sentenciado por el juez TS Ellis III, titular del Juzgado del distrito de Alexandria, a tres años y once meses de cárcel. Fue condenado por ocho delitos después de que escondiera 55 millones de dólares en el extranjero, estafase más de 6 millones en impuestos y engañar a los bancos que le prestaron dinero.

Su caída es la primera, y una de las más sonadas, desde que el fiscal Robert S. Mueller empezase a investigar los vínculos de la campaña de Trump con el gobierno ruso. Fruto de aquellas pesquisas fue la constatación de que elveterano de la Casa Blanca y sus inquilinos desde los años setenta, había trabajado para países como Ucrania y Rusia. Por si fuera

poco la fiscalía siempre ha creído que llegó a reunirse en varias ocasiones Julian Assange en la embajada de Ecuador en Londres, con lo que habría trabajado activamente en la llamada colusión con Rusia. Este hecho supuso que el fiscal Mueller lo acusara de mentir. En su opinión para granjearse las simpatías del presidente y aspirar a un indulto.

Desde luego Trump siempre ha establecido diferencias entre el leal Manafort y el traidor Michael Cohen, su exabogado, escribió en su momento que el fiscal estaba arruinando de forma horrible y viciosa las vidas de inocentes. Al mismo tiempo el exalcalde de Nueva York, Rudolph Giuliani, en labores de asesor legal del presidente, insinuó que la Casa Blanca podría indultar a Manafort, al que las desgracias se le acumulan: la próxima semana conocerá la segunda sentencia en contra por dos delitos de conspiración, y que podrían sumar otros diez

años de cárcel. En ese caso su destino está en las manos de la juez del distrito Amy Berman Jackson.

Y eso que el asesor y consejero de Gerald Ford, Ronald Reagan y George Bush padre había llegado a un acuerdo con los fiscales para declararse culpable de conspiración, en relación a sus labores como lobista para potencias extranjeras. Toda vez que fue acusado de mentir liquidó cualquier posibilidad de rebajar sus draconianas sentencias. Al poco de recibir la primera Trump comentó que se sentía «muy mal por Paul Manafort y su maravillosa familia. La “justicia” ha necesitado un caso de impuestos de hace 12 años entre otras cosas, y aplicar una presión tremenda sobre él. Pero a diferencia de Michael Cohen, se negó a “romperse”: a inventar historias para obtener un “trato”. Mi respeto por un ¡hombre! valiente». Más allá de la segunda parte de su caída, en manos de la magistrada Jackson, queda por confirmar qué información haya podido aportar el tipo que asistió a la reunión en la Torre Trump con los emisarios rusos que aseguraban disponer de información tóxica contra Hillary Clinton.

Siempre que el legendario dossier no sea declarado confidencial. Vetado para el público, pasto solo de los congresistas y senadores en los comités de seguridad nacional decisivos, el

Rusiagate abandonaría entonces la esfera de la factualidad para adentrarse en los claroscuros pasillos del mito.