Presupuestos
Dimite el responsable presupuestario de Reino Unido tras una filtración por error de las cuentas
Una investigación interna ha confirmado que la filtración se debió a aspectos técnicos y no a un ciberataque
El presidente de la Oficina de responsabilidad presupuestaria (OBR, en inglés) del Reino Unido, Richard Hughes, dimitió este lunes al frente del organismo supervisor tras la publicación anticipada por error el pasado miércoles de datos sobre el presupuesto británico. Hugues dijo que debe "asumir toda la responsabilidad" y confió en que su marcha permita a la OBR, que supervisa las finanzas públicas, "pasar página cuanto antes" por ese fallo en su portal digital, que hizo que sus previsiones económicas y las cuentas del Estado se difundieran con antelación a su presentación oficial ante el Parlamento.
Como recoge EFE, una investigación interna publicada hoy reveló que la filtración se debió a un error técnico y no a un ciberataque, como inicialmente se temió. El fallo permitió que el contenido del presupuesto se conociera antes de que la ministra de Economía, Rachel Reeves, lo detallara ante el Parlamento, con el consiguiente riesgo de afectar a los mercados financieros.
Sin indicios de "actividad hostil"
La investigación aclaró que no hubo indicios de "actividad hostil" de ciberactores, criminales ni del personal, y que la causa fue puramente técnica: las protecciones de prepublicación no funcionaban correctamente y el acceso se facilitó mediante "una dirección de internet predecible". La OBR constató que la divulgación anticipada del documento alteró la dinámica de una jornada clave para el Gobierno, provocando "grave perturbación" a la ministra y dando ventaja a diputados de la oposición y a medios que lograron consultarlo antes de tiempo.
Hughes, que dirigía el organismo desde 2020, reconoció que se trata del "mayor fallo en sus 15 años de historia" y expresó sus "profundas disculpas" por el daño a su reputación, al tiempo que anunció medidas correctivas. El pasado miércoles, Reeves anunció una subida generalizada de impuestos con la que espera recaudar unos 26.000 millones de libras (casi 30.000 millones de euros) hasta 2029-30, como parte de su plan para reducir el déficit y la deuda neta del Estado.
Desde entonces, la oposición conservadora ha criticado que optara por ese incremento cuando, según se supo posteriormente, la OBR le comunicó ya en octubre que preveía un superávit de 4.200 millones de libras (4.788 millones de euros) gracias a una mejora de la recaudación, lo que lo hacía innecesario.